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CAPÍTULO 04:"DE REGRESO AL REINO DE SOIN". 

Jacob escucha una extraña bulla, preocupado por que sea otro ataque, corre de inmediato y lo que ve son los caballeros del Reino de Soin; se encuentran junto a la princesa, Jacob viendo esto comienza a buscar a su hermano, esperando que este entre ellos.

En medio de los soldados logra ver a su hermano, de pronto Ewyine mira a Jacob y se abrazan, Ewyine se arrodilla y le pregunta a Jacob —¿Qué haces aquí? — a lo que Jacob responde —La princesa se metió en este lio por mi culpa yo tenía que buscarla antes de que algo malo pasara. 

—Entiendo — Contestó Ewyine, luego le dice —Sabes me contarás de camino todo ahora debemos ir a casa — Jacob le responde —Sí hermano —

luego de esto Ewyine se dirige a su capitán para decirle que no pueden tardar más tiempo, por el bien de la reina, todavía tienen que encontrar una cura. La princesa les dice que no se preocupen, ya que los Elfos le dieron un antídoto, que contrarrestará el mal de la reina.

—¡Qué! ¡¿Eso cuando pasó?! — Exclamo Jacob, la princesa le dice —Después de recibirnos en su tribu, el jefe Lepanto me preguntó porque estábamos aquí en el bosque oscuro y le conté lo sucedido con mi madre y el no dudo en ayudarme, así que en estos días que estuvimos aquí, él dispuso a algunos de sus sirvientes para buscar y preparar un antídoto.

Uno de los elfos les dijo que ellos poseían cierto conocimiento sobre la magia demoniaca y como contrarrestarla. Jacob sonríe —Eso es asombroso — dijo él.

—¿Magia demoniaca? — preguntó Ewyine y declaró —Eso es imposible. Los Demonios no pueden estar en esta dimensión... al menos no por si solos.

—Esos es verdad, necesitan de un invocador... un mago o una bruja maligna con un poder terrible para hacerlos pasar a este plano de existencia. — agregó él Elfo.

Ewyine le agradece a él y a los demás por cuidad de la princesa y de Jacob, así como por el antídoto. Y de esta manera se preparan para volver al reino, Lían toma la espada y se la entrega a Jacob con la condición de desenvainarla solo en el caso de que peligre su vida o la de un ser amado, Jacob asiente con su cabeza.

Y así la princesa y Jacob van de regreso a su hogar en Soin, escoltados por la guardia real. Al cabo de un rato se encuentran ante la entrada del reino... —¡Sí! ¡¡gracias a los dioses ya no trabajare más en minas!! — Exclamó Jacob con gran alegría, Ewyine le dice —Si yo fuera tú, no estaría tan alegre. 

Jacob —¿Qué? ¿A qué te refieres? —.

Ewyine —Déjame ver ¿Qué piensas que harán mamá y papá con respecto a lo que hiciste? De irte sin decir nada, de lo mucho que ellos están preocupados por ti. 

El rostro de Jacob palideció y su mirada se apagó en un instante... En el Castillo nuestros amigos están ante el rey que está muy alegre deber a su hija sana y salva El rey le pide que se retire un momento y habla con el capitán y Ewyine para estar al tanto de la situación. Ellos le cuentan todo lo que saben, todo lo que Jacob y Karolina les contaron de camino.

Después de eso él pide un momento a solas con Jacob, entonces los guardias se retiran, el Rey dice —Bien chico dime tú nombre y ¿Qué hacías en el bosque oscuro? 

—Yo soy Jacob Hillhell hijo del herrero Hillvane y estaba en el Bosque Oscuro, porque quería salvar a la princesa, su majestad. — El rey Octavius 3ro, responde —Mm, ¿Y por qué tú querías salvarla? — preguntó.

Jacob —Bien vera, las armas que llevaba se las dimos mi... se las di yo señor, ella quiso comprarlas — le respondió él de esta forma, pensando en que, si lo hacía así el rey, perdonaría las acciones de un joven e indisciplinado niño; más de lo que podría perdonar el actuar irresponsable de un hombre herrero cualquiera... El rey da dos pasos hacia Jacob, luego le dice —¿Quién mato al monstruo? ¿Fueron los Elfos? — Jacob lo mira fijamente y le contesta —No. Fui yo señor. — contestó.

—¿¡Tú!? El Rey se ríe fuerte —¿quieres que crea que un niño como tú lo hizo? — el comentario disgustó a Jacob, pero él tomó aire y exhalo profundamente, —Sí así es —respondió sin titubeo, acto seguido le mostro la espada y le contó todo lo que pasó... después de escucharlo, el Rey se toma un momento.

Luego le pregunta —¿Cómo puedo recompensarte por haber salvado a mi hija? —Jacob le responde —Quiero convertirme en un Paladín. —¿En serio? — preguntó el Rey —Ser Paladín no es algo fácil, no es un título que se da y ya... debes de trabajar muy duro ya que un Paladín es un guerrero predilecto, feroz, un titan en el campo de batalla. — declaró.

El rey se acerca un poco más —Sabes hay tres rangos en los que se colocan los Paladines, el primero es en el que se encuentran los mejores guerreros, entre los caballeros y aventureros que tienen cada reino, los segundos son aquellos que sobrepasan a los primeros es decir "lo mejor de lo mejor" y los terceros jaja, bueno ellos... Jacob lo ve a la expectativa de lo que va a decir, —... Ellos... Son aquellos que nacen con un poder, un don, una habilidad, que los separa de nosotros, tanto que se les considera como hijos de los dioses, tienen un talento nato que supera enormemente a los dos anteriores.

Jacob traga grueso y baja la mirada... Pero el pensamiento de la voz que le dijo que en él había un poder que no conocía, se apareció por su mente y alzando los ojos, los fijo en los del Rey, un pequeño destello de fe y esperanza invadió la mirada de Jacob, el Rey Octavius 3ro, pudo notar el cambio en el semblante de Jacob y no sabía por qué, sin embargo, el rey tomo la palabra y le dijo —admiro tu valentía niño, pero no puedo convertirte en paladín así y ya... tendrías que ganártelo a pulso.

—Estoy dispuesto señor — le respondió Jacob, el rey acercándose le contesta —Escucha ser paladín no es fácil, no es como tú crees... la guerra termina dándonos más cosas por las que llorar y lamentar, que por las que reír y dar gracias — Jacob baja la mirada mientras piensa en ello, Jacob retrocede un paso y el rey le da las gracias por lo de su hija y le dice que lo piense un poco, que aún con lo del demonio que venció, no significa que esté listo para un camino así, a lo mejor fue suerte le dijo.

Jacob guarda silencio por unos minutos, luego se despide de él y se retira del lugar con gran decepción y tristeza.

En la habitación de la reina, se encuentra el Hechicero Limer, que le está dando un brebaje con el antídoto a la reina, después de eso se retira y le dice a la princesa que estaba en la habitación que será mejor dejarla descansar... La princesa le agradece, Limer le sonríe serrando la puerta, la princesa acercándose a su madre, la toma de la mano y le dice que se repondrá y todo estará muy bien otra vez.

A las afueras del castillo, Jacob se topa con su hermano mayor, —¡¡Hermano!! — dije él, —Jacob, ¡dime! Cuéntame ¿Qué ha dicho el rey? Jacob responde —Bueno, al principio no quiso creerme.

—Claro hasta a mí me cuesta creerlo hermanito — dijo Ewyine, Jacob apreta sus puños y le responde —En fin, creo que no quiero hablar de eso ya... solo quiero irme a casa.

De pronto aparece la general Anabell, de la armada de los paladines de primer rango, son una división especial del ejercito del rey... Anabell, una chica de temperamento fuerte, su cabello era largo por debajo de su cintura, de un color magenta, un fleco cubría parte de su cara, ojos verdes como las hojas de los árboles en primavera, su altura metro setenta y uno, piel ligeramente broceada, lleva puesta una armadura.

Ella interrumpe abruptamente la conversación y encarga a Ewyine una misión, para investigar los casos de peste, que han mantenido preocupados a los habitantes de Soin por meses, así como a muchos otros en los demás reinos y pueblos... Ewyine le pregunta en donde exactamente y Anabell le dice que al sureste del pueblo.

Jacob observa intrigado a la chica y piensa «¿Quién es esta chica? ¿Qué se ha creído para hablarle a mi hermano así?» —¿Ewyine quién es el mocoso? — le preguntó ella, —Él es mi hermano — repuso él, Anabell mira a Jacob, con una mirada calculadora y despectiva, luego mira a Ewyine y le pregunta —¿Por qué está aquí? —.

—Porque yo salve la vida de la princesa — Dijo Jacob con un tono presuntuoso, Anabell —¿Tú? Jajajaj por favor ¿realmente quieres que lo crea? Jacob se cruza de brazos, —Por mí piensa lo que quieras, engreída — dijo él.

—Bueno, entonces iré a investigar, tal vez encuentre algo que nos ayude a entender con qué estamos tratando — de esta manera Ewyine se despide y se pone en marcha, junto con un grupo de caballeros que se encontraban listos para partir.

Jacob por otro lado, decide volver a casa, mientras camina se va torturando con los posibles castigos que sus padres le puedan dar.

María se encuentra lavando unos platos, pero algo llama su atención, era Jacob había regresado; ella corre de inmediato al ver a su hijo sano y salvo, se abrazan... —¡Jacob! — exclamo ella, —Hola mamá — le respondió él. Ella le besa la frente y le pregunta —¿En dónde estabas? Mientras lloraba, Jacob le sonríe diciendo —evitándole problemas a papá.

Ella sintiendo curiosidad tras el comentario de su hijo le pregunta —Exactamente ¿Qué hiciste? — Jacob le dice que entren, que él le explicaría todo.

Al entrar a la casa, corre a abrazar a su padre y sentándose con ellos les comenzó a contar todo lo sucedido... Más tarde cuando regresan los caballeros de investigar, Ewyine se fue a la casa de su padre para ver a Jacob, al llegar, Jacob se dirige a su hermano y le pregunta.

—¿Quién era esa chica malcriada? — Ewyine le explica la situación diciéndole —Bien mira Jacob ella es Anabell y es mi superior. —.

Jacob le responde —¿Cómo? ¿Tu superior? — Ewyine —Ella es uno de los paladines de la primera división y debes respetarla porque ella es más fuerte que yo. —.

—Y su paciencia es corta, así que podría matarte sin problemas entiendes. — retomó. Jacob no puede disfrazar la sorpresa en su rosto.

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