Capítulo 8

NARRA CAROLINA MILLER

Estoy sorprendida por el increíble cambio del señor Facussé, me trajo a una clínica costosa y pagó la cuenta. También perdió la reunión importante que tenía solo por quedarse conmigo a cuidarme. Es muy bonito gesto de su parte y le estoy muy agradecida.

Ya estamos en mi apartamento y él me hizo un té que dice que su mamá se lo hace cuando él está enfermo y creo que me ha caído de maravilla porque ya me siento mucho mejor.

Ahorita él está trabajando en su ordenador y yo aquí viendo una película, yo no quería prender la tele para  no incomodarlo a él con su trabajo, pero dijo que no le afecta, que así mientras él trabajaba yo no me aburría. Y bueno aquí estamos sentados en mi sala yo acostada en el sofá más grande y él sentado en el sofá pequeño.

De vez en cuando le doy una mirada y no cabe duda que mi jefe es muy guapo y más cuando está concentrado en su trabajo.

Ya es la hora del almuerzo, le dije que ya me sentía bien que haría el almuerzo, pues  él me dijo que no me permitía levantarme y que iba a pedir que nos llevaran comida de restaurante y pues yo encantada. 

El almuerzo llegó y él preparó la mesa e invadió mi cocina buscando los platos, almorzamos tranquilos, luego nos sentamos en el mismo sofá a ver películas.

Estaba por comenzar una de comedia, nos reíamos de las ocurrencias que hacían y luego no supe cómo, pero me quedé dormida. 

Cuando desperté estaba sentada y recostada en algo pero no era el sofá, luego me di cuenta que me estaban abrazando y ahí caí en cuenta de que mi jefe estaba aún en mi casa y lo peor es que me tenía abrazada.

Me safé de sus brazos y me levanté, él también estaba dormido, me dio vergüenza la situación, me encaminé  a la cocina y me lavé la cara.

Ví la hora y santo cielo son casi las nueve de la noche ya, o sea que dormí varias horas y aún no habiamos cenado.

Bueno pensé, por mientras mi jefe se despierta prepararé la cena antes de que se vaya para agredecerle por haberme acompañado este día. 

Estaba terminando de picar los ingredientes para hacer una pizza, cuando ví a mi jefe de pie en la puerta de la cocina con una sonrisa de oreja a oreja.

- Lo siento me quedé dormido después de un rato de verla a usted dormir tan plácidamente dijo.

- Yo me sonrojé y le dije - al contrario disculpeme usted por no haberle acompañado hasta el final de la película.-

- Te ayudo me dijo, y así entre los dos le colocamos los ingredientes a la pizza.

Cenamos y yo miraba al señor Facussé que no tenía intenciones de irse, por lo cual con un poco de pena le dije que ya era tarde que debía de marcharse.

Pero él se negó y dijo que por favor le dejara quedarse a cuidarme por la noche, que si la fiebre me volvía él me llevaría a la clínica.

Yo me negué, pero verlo así con cara de cachorrito pidiendo de por favor me compadecí.

- Señor pero es que este apartamento solo cuenta con una habitación que es la mía y no tengo sofá en ella, pero si usted se quiere quedar deberá dormir aquí en la sala en el sofá y le será muy incómodo porque es pequeño. - le dije. -

- No hay problema, solo traigame algo con que arroparme y yo aquí me quedo y cuando se sienta mal solo pega un grito y yo iré de inmediato.

- Gracias señor le dije.

- Señorita no estamos en la empresa, así que no me diga señor, digame solo Alexander y trateme de tú. 

- Bueno entonces usted a mí ya no me diga señorita sino que Carolina y también tuteeme. 

Me fuí a traerle una sabana para que se arropara y luego me fui a mi habitación, me di un baño me puse el pijama y me metí a la cama y como por arte de magia al instante me quedé dormida. 

Despierto media desorientada y siento que hay algo pegado a mi espalda, pegó un brinco acompañado de un grito y me caigo de la cama.

Me pongo nerviosa al ver que Alexander está en mi cama y se ha despertado por mi grito, yo enojada le pregunto que por qué está en mi cama y dice que estaba incomodo en el sofá y necesitaba usar el baño y no lo encontraba, por lo que supuso que en mi habitación había y se metió y luego vio que en la cama había espacio para él entonces se acostó con la intención de despertarse antes que mí y salirse de la habitación pero que no se esperaba que yo lo descubriera.

Yo furiosa aún en el suelo sentada y él con una sonrisa en su rostro me dijo.

- Carolina tapese ya su pecho, si no quiere que ahorita mismo le dé una probadita.

Me puse más roja de la vergüenza, y me volteé a ver y efectivamente, mi bello pecho estaba fuera de mi camisa y como yo acostumbro a dormir sin brasier estaba a la vista de Alexander.  

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