Los días van pasando y así convirtiendose en semanas. Con Alexander no hemos vuelto a coincidir en el ámbito sexual, solo nos dedicamos a trabajar como jefe y empleado.

Ayer vinieron a supervisarme por parte de la facultad, conmigo hablaron muy poco y luego se fueron al despacho de mi jefe inmediato que es el señor Facussé, no sé de que hablaron, no sé si él les habló en bien de mí o me tiraría por el suelo, no lo sé y estoy muy preocupada pensando en eso. 

Hoy si tengo la oportunidad de preguntarle como me evaluó lo voy hacer. Cuando la chica rubia oxigenada sale de su despacho yo aprovecho y me dirijo a este, toco la puerta y escucho que dice adelante. Entro y cierro la puerta.

- ¿Necesita algo señorita Miller?

- Señor perdone que le interrumpa, pero la curiosidad me mata. Quisiera preguntarle como salí en la evaluación de ayer, habló en mal de mí? Me refiero a que si usted les contó lo que pasó entre nosotros y no quisiera que eso afecte mi estadí