A la mañana siguiente la familia muy temprano se comunicó y se pusieron de acuerdo para volver a reunirse nuevamente y desayunar en familia.

Se veían como una enorme familia en la cual todos y todas se llevaban muy bien, ambas familias habían desarrollado una muy buena conexión con la otra y eso era muy agradable y satisfactorio para los nuevos esposos.

Aunque a Mary Carmen le hubiese gustado que su preciada madre y su padre formaran parte de su felicidad y de esta bonita reunión, estaba conciente de que por desgracia no se podía porque sus padres mismos le deseaban el mal y por eso ella consideró que no se merecían que estuvieran aquí por que está muy segura de que harán lo que sea para separarlos y todo por la deuda que ellos tienen con el señor que forma parte del grupo de proxenetas de aquella región del país.

Después de haber terminado con el delicioso desayuno, los chicos se despidieron de sus familias y se fueron para la universidad. Mary Carmen iba un po