Cariño, ¿Estás bien?–Escucho a lo lejos esa voz, o mejor dicho esa sexi voz, ¿Será que estaré muerta?–Mi vida, abre tus lindos ojos– llevo mis manos a mi cara y frotó mis ojos, luego los voy abriendo poco a poco. Viendo de manera borrosa a lo más bello del mundo, bueno no porque me guste, es solo que es bello y eso es todo.

–¿Estoy muerta verdad?–le pregunto, mis ojos aún están mareados y eso evita poder contemplar a semejante belleza.

–No mi cielo, estás viva–lleva sus calidas manos hacia mis mejillas, y de inmediato se lanza contra mi para darme un abrazo.

Siento su tacto, es suave y acolchonado, extrañaba esto, pese a que dije que no lo quería volver a ver, ya veo que hasta yo me retractó.

Se separa de mi y cuando menos lo espere senti sus labios pegados a los míos. Una ola de calor inundó mis sentidos, hay mi tayyar, enserio me gustas mucho.

–¿Sabes cuánto te extrañe?, nena–pregunta encima de mis labios, su fresco aliento me da ese toque de lujuria que abarca en lo más profundo d