Darién desaparece, las chicas se ocultaron como pudieron de las raíces que salían de las puertas de aquel salón, parecían buscar cualquier indicio de vida, del resto todo el piso estaba sumido en un silencio total. El edificio comenzó a estremecerse cada vez más fuerte, como impactos de explosiones desde lo más bajo, iban subiendo, subiendo, subiendo. Como pudieron, las chicas levantaron a Rosa y se la llevaron lejos de aquel lugar, todo se podría venir abajo en cualquier momento, era hora de escapar. Por otra parte, Darién aparece otra vez en el salón de transmisiones, un gran agujero formándose en el suelo detrás de la reportera, la mujer estaba tirada sobre el escritorio como dormida, levanta el rostro a duras penas y solo mostraba una cadavérica faz. ─ Gracias ─. Fue lo único que dijo con voz áspera y seca, como una anciana, Darién saca su arma apuntándole a la cara, la mujer sonríe llena de paz, el Nefilim dispara, la mujer pudo morir tranquila, por fin sus almas e
Disfrutaron de la velada entre conversaciones y planes, ya era hora de que llegara un momento de relax para el grupo, Darién les explicó los detalles de cómo usar las armas pequeñas, como quitar el seguro y apuntar, luego les enseñaría el cómo disparar adecuadamente, les dio dos armas a cada una, Youlin miró la suya con curiosidad. ─ Eres el único caballero que en vez de regalar rosas regalas armas ─. Darién levanta una ceja mostrando media sonrisa arrogante, se cruza de miradas con Renata y ésta suelta una carcajada, Rosa y Youlin estrechan la mirada sobre la linda parejita. ─ ¿Qué hacen? ─. Pregunta Rosa señalando con el vaso lleno de licor. ─ ¿Qué hacemos de qué? ─. Preguntó Renata con asombro fingido y una sonrisa cómplice. ─ Ustedes se traen algo que no sabemos ─ Estás alucinando, cuñadita ─ No estamos locas, los venimos viendo desde que llegamos a China ─. Darién hizo un ademán con sus manos restándole importancia a la interrogante. ─ Tal vez estamos locas, viendo cosa
Lenaya hizo un llamado general de su corte, las cosas se jugarían de otra forma y más que ahora que su pueblo le estaba exigiendo respuestas, nadie faltó, inclusive Cerbero se encontraba presente en la sala de juntas, Darlen no paraba de lanzar miradas furtivas hacia el demonio, ¿Qué hacía él allí?. ─ Disculpen por llamarlos de ésta manera tan repentina, pero las cosas van a cambiar de ahora en adelante. José, como embajador de los bendecidos necesito que trabajes en conjunto con Sofía, debido a que aún tienes… contactos con tu gente, tal vez podamos realizar un par de negociaciones ─ ¿Qué clase de negociaciones?, claro si se me permite saber ─ Una carta le llegará al despacho de Sofía, reúnete con ella, si es preciso hoy mismo y discutan los detalles, una vez hecho reúnanse conmigo en mi despacho. ¿Wyatt? ─ ¿Mi señora? ─ ¿Cómo van las restauraciones? ─ Ya están casi terminadas, en conjunto retomamos la ampliación de la ciudad ─ Bien. Caroline. Darlen. Cerbero. Flora. Necesit
El Decano entrelaza los dedos sobre el escritorio aclarándose la garganta. ─ Por si no lo sabe, señorita Rompiare, la persona que tiene en frente es una de las congregantes a ser Eternas, y por si no se ha dado cuenta, las Eternas son la mano derecha y sacerdotisas de nuestra Reina Lenaya. Salve y vida eterna para su majestad. Debe considerarla con más respeto ─ Está bien, señor Mullison, ella es mi amiga, y a parte de una simple visita, mi motivo es que se me encomendó una tarea importante, andamos buscando a futuras candidatas para nuestra orden, y debido al nivel académico y dedicación de la señorita Rompiare… ─. El Decano, inesperadamente pasó un pañuelo por su casi calva cabeza, ¿estaba nervioso?, como que ese tipo de cosas no le pasaban muy seguido, Steffany se percató al momento en que aclaró el motivo de su visita, y debido a ello, sería un honor tanto para él como para la universidad, así que, el Decano se aclara la garganta. ─ No, no, no quisiera contrariarla su excelen
─ Aprenderás más cosas de lo que jamás te hayas imaginado, las escuelas de aquí y las universidades son solo los primeros pasos, y créeme que a tu mamá le dará gusto saber que fuiste elegida para ser una Eterna ─ ¿Pero y mis amigos que son humanos? ─ Nadie está exenta en volverse Eterna, siempre y cuando sea una mujer ─ ¿Por qué mujeres? ─ Es algo simbólico y a la vez no, las mujeres siempre han sido las portadoras de sabiduría y vida, por lo general, siempre han sido las Eternas y las Evanas las custodias de tal sabiduría, todas pueden ser Eternas o futuras Evanas, siempre y cuando sea de verdad, por convicción, es un honor y una gran responsabilidad, los hombres también pueden moldear un gran poder, cuando están en las escalas de las Eternas se les llaman Prometidos, son acólitos, los preparan para ser seleccionados para las futuras Evanas, cuando pasan al siguiente nivel se les llaman Adánicos, pero son las mujeres las que deben guardar los secretos ─ ¿Qué pasa si una Eterna n
Darién hizo llorar lágrimas de sangre a Youlin y a Rosa en los entrenamientos con los vínculos, casi todo el día, al final terminaron con un fuerte dolor de cabeza, sin embargo no hubo señales de Renata, de vez en cuando Darién tiraba de su vínculo para saber de ella y solo obtenía un te amo como respuesta gritado desde la habitación, estaba bien, consideró el Nefilim con una mueca, con eso le era suficiente, para finalizar la faena les enseñó a cómo usar cada arma, rifles, pistolas, escopetas, desarmarlas, limpiarlas y volverlas a armar, desde luego en lo teórico. Les enseñó a cómo combinar entre ellas y las espadas, para cuando terminaron no solo el fuerte dolor de cabeza las azotaba, no solo por los entrenamientos por el vínculo, el tener que aprender todo sobre armas era como una matemática compleja, todo un cansancio que no las dejaba pensar. Ya al no tener noticias de Renata, Darién se acerca a la puerta y toca varias veces. ─ Rena, sabes que te espera el doble de
Las primeras horas fueron bastante estresante, correcciones, posturas, movimientos, sobre todo con Youlin al ser novata con las armas, Darién se había enfocado más fue con las gemelas, pero debido a la situación, las cosas podrían complicarse todavía más y no podría brindarles la ayuda necesaria, los primeros combates fueron entre Rosa y Renata, dejando libre a Youlin practicar ciertos movimientos con Darién, ella observaba mientras Darién hacía movimientos, luego ella los repetía, ese segundo de distracción le costó a Renata un fuerte golpe en el estomago. ─ ¿Estás bien? ─. Preguntó Rosa preocupada, tendiéndole la mano para ayudarle a ponerse de pie, Renata asiente. ─ No te distraigas, Rena ─. Sugirió Darién sin mirar. Él la estaba observando, lo sabía, a lo mejor era una prueba para ver que tanto era su concentración en combate, si ella quería ser como él, debía prestar más atención, pero, ¿Cómo lo haría si todo su mundo giraba en torno a él?, en eso Rosa se acerca hasta él y l
─ ¿Por qué? ─ Durante tantos siglos nunca le he temido a nada ni a nadie, he luchado contra seres que ningún ser viviente tendría un suspiro de esperanza en sobrevivir, pero hoy… (sorbo de jugo), hoy tengo miedo ─. Darién posó los ojos en el suelo, ─ ¿De qué, cielo? ─. Renata se paró al frente y lo instó a levantar la mirada, a verla a los ojos, lo que encontró en su rostro, en su mirada, fue miedo, tristeza, inseguridad. ─ De perderte ─. Lo dijo con tanta franqueza que Renata sintió hasta sus huesos vibrar de emoción, dolor, fue como un duro golpe directo a su pecho, ella nunca lo dejaría, ni en un millón de años, ella se quedaría con él hasta el final. Sin decir nada rodeó el cuello del Nefilim con sus brazos y lo besó, tan tiernamente hasta doler en el alma, Darién le correspondió de la misma manera, Youlin y Rosa se mantuvieron al margen, solo comieron y conversaron sobre cosas triviales, de las cosas que harán una vez que regresen al reino de Lenaya, las terapias en el