Río.
Me rio con ganas de las elocuencias de Ethan, y Jason y Simone me acompañan.
El restaurant ya este vacío, y solo nosotros cuatro quedamos aquí luego de una agradable cena. Pero Jason y yo aún no visitamos mi oficina.
—No lo entiendo —me carcajeo.
—¿Y porque te ríes entonces? —pregunta Simone.
—Porque estoy ebria, ebria me rio de todo —ella ríe y solo su risa me hace reír.
—Ok señoritas, creo que es suficiente alcohol para ustedes por hoy —dice Ethan con voz seria.
—¿Sabes que pronto dejaras de ser señorita para ser la señora Simone Mason? —le digo a Simone señalándola con la copa.
Ella lo medita por unos segundos.
—Mierda si —dice perpleja—, aunque hace muchos años que deje de ser señorita en realidad
—&
—¿Por qué no me constaste lo que paso? —me reprende Connor aun abrazándome.—Connor por favor, no estoy para sermonesCon la discusión con Jason ya tengo suficiente.—Sigo siendo tu hermano mayor, estoy en mi derecho —ruedo los ojos y me separo.—¿Cómo sabes lo que paso? —él resopla.—Como si fuera tan difícil. Saliste en la prensa hermana—Ah, eso—Si, eso. Y no tienes idea como nos molestó a Vanessa y a mi tener que enterarnos de esa manera—Lo siento, no pensé que sería necesario decirles, he pasado mucho tiempo sin tener que dar ese tipo de explicaciones —él hace una mueca.—Lo sé pero eso no quiere decir que no nos preocupemos por ti —suspiro.—¿Cómo está Vanessa?—Bien, quería v
Estoy hecha un ovillo en la cama de Simone mientras Jason se baña.Luego de dejarme desnuda y sola en la piscina, tome mi traje de baño de nuevo, me coloque la bata y regresé al apartamento.Él ya estaba en la ducha.Fui al cuarto de Simone y me duche, y me quede en su cama. Definitivamente estar ahí era mejor que en mi habitación… junto a Jason.Me retuerzo con ganas de gritar ¿Por qué está actuando de esta manera? Tan diferente a como actuaría con normalidad. Doy media vuelta en la cama, quedando boca abajo y cierro mis ojos. Mañana será otro día.Mi teléfono se enciende en la mesa conjunta y comienza a vibrar. Frunzo el ceño confundida ¿Quién podría llamar a las dos de la mañana? Estiro mi brazo y tomo el teléfono. Es Simone—Dime—No estaba segura de sí re
Aunque Jason y yo arreglamos nuestros problemas, tuvimos que separarnos nueve días después de que su propuesta terminara en un "tal vez". A pesar de que no habíamos vuelto a hablar sobre ello en el transcurso de esos días, estuvimos extremadamente bien el uno con el otro. Pero todo hasta que tuvo que irse.Él quería que fuese con él pero no podía. No ahora que el restaurant estaba teniendo más clientela de la habitual y Lucas se encontraba temporalmente de reposo. Y ambos estuvimos de acuerdo en que estaría mal irnos en medio de la situación.No quería que se fuera, y él no quería irse. Pero tenía que hacerlo y aunque inicialmente su viaje duraría una semana, lo acostaría a tres días; máximo cuatro. Y yo realmente deseaba que fueran tres.Simone había vuelto a casa pero cuando hablábamos su voz sonaba un poco fr&iacut
—¿Entonces cuando regresa Jason? —preguntó Simone con voz melosa.—Mañana —dije preocupada—. Mañana regresa—No suenas feliz —aclaró lo obvio.Me di vuelta en la cama dándole la espalda. Inmediatamente pego su cuerpo al mío y beso mi hombro desnudo.—¿Qué ocurre? —suspire.¿Sería capaz de mentirle alguna vez?—Besé a Carter —sus besos se detuvieron.—¿Tú qué? —caí sobre mi espalda y la miré.—Bueno, él me besó a mí. Pero yo le respondí el beso—¿Te das cuenta de que estas siendo una puta? —gemí.—Vamos Simone, no me digas lo obvio. Ya me siento como la mierda—No entiendo porque te dejaste besar en primer lugar—No fue como
—Sweety, necesitas calmarte —señaló Simone con cautela.Yo no había parado de maldecir una y otra vez, y ni siquiera sabía a quién maldecía.—¡No puedo! —grite—. ¡No puedo porque probablemente este por arruinar mi vida entera!—No es para tanto —la mire enfurecida.—¿No es para tanto? ¡¿No es para tanto?! —reí enfurecida—. ¿Cómo te sentirías tu si estuvieras embarazada de otro hombre que no es Ethan? —escupí.Ella pareció meditarlo unos segundos y luego sacudió la cabeza.—Mal, eso es seguro. Pero tú aun no sabes si realmente lo estás—Tengo un puto atraso Simone —enfaticé todas las palabras.—¿Acaso no es la primera vez? ¿Recuerdas en la universidad? Tuviste una noche fuera de
Simone me observa como si una segunda cabeza estuviera pegada a mi cuello, con los ojos muy abiertos y la incredulidad gravada en ellos.—Estas bromeando ¿Verdad? Dime que estas bromeando. Que solo me dices eso porque estás asustada pero que en realidad no piensas hacer lo que creo que estás pensando—Por supuesto que lo haré Simone—¡No puedes hacer eso Ángela! —grita encolerizada—. ¡Es un ser viviente que no tiene la culpa de nada!—No voy a arruinar mi vida con esto Simone —escupo—. Si fuera de Jason tal vez me lo pensaría pero no lo es. Es de Carter, no puedo tener un hijo de una persona que no me quiere—Tal vez ese bebé cambie eso —dice en voz baja.La miró confundida y ella toma mi mano para darle un ligero apretón.—Sé que estás asustada, yo también lo est
Mis manos sudan. Estoy nerviosa y comienzo a cuestionarme si ha sido buena idea venir hasta aquí. Hace un rato parecía buena idea, pero justo ahora que estoy aquí...—No seas cobarde Ángela —me reprendo y levanto la mano para tocar la puerta.Espero varios segundos por un respuesta pero nada. Me muevo inquietamente de un pie a otro y vuelvo a tocar, de nuevo pasan los segundos y nada.Me digo a mí misma que no hay nadie en casa lo que me facilita el irme de allí. Pero apenas he dado tres pasos hacia el elevador cuando escucho como la puerta a mi espalda se abre.—¿Ángela? —su voz suena mucho más lejos de lo que realmente está.Me doy vuelta con lentitud para mirarlo quedándome sorprendida por lo que veo.Carter luce totalmente distinto al hombre que yo recordaba. Tiene la barba más larga de lo habitual, sólo lleva puesto u
Yo espero gritos, insultos, explicaciones, incluso silencio. Todo menos la sonrisa que está dividiendo su rostro.—Jason…—Un bebé —susurra él—, estás esperando un bebéFrunzo el ceño.—Sí, yo… —él me interrumpe con un beso.—Esto es perfecto ángel —musita él saltando de la cama—, era lo que faltaba en mi vida para que fuera perfectaMis ojos se llenan de lágrimas y tengo que abrazar las sabanas para no romper a llorar.Él está pensando que el bebé es suyo.—Bueno, en realidad, aun me falta algo —musita levantando su pantalón.De allí saca un pequeño estuche negro y yo siento nauseas, intuyendo lo que es.—Mi abuelo se lo dio a mi abuela cuando pidió su mano en matrimonio. Vivieron casi setenta a&nti