Al llegar a la oficina nos encontramos con Damián ya en su despacho, -Hola señores y tú Max ¿No deberías estar en Italia? - Damián, ¡hola hermano!, tenemos algunos problemas por eso estoy acá, te contaremos en un momento, pero dime ¿Cómo estuvo todo en las reuniones? – Todo bien, marchando sobre ruedas, tuvimos que corregir algunos detalles con los pilares del estacionamiento, pero nada que fuese a demorar la entrega. La verdad está quedando muy bien el edificio central, aunque aún faltan los detalles externos. ¿Pero quiero que me cuenten qué es lo que pasa con ustedes? Me llaman para que adelante el viaje, dejé en manos de diseño lo que faltaba, Max está acá aún y llego en la mañana y me dicen que Francesca no está y que ayer sufrió un colapso. ¿No será que ya estás abusando Daniel? ¡No lleva ni una semana! Y de veras la necesitamos. - Ven vamos a sentarnos, dice Daniel, ¿será muy temprano para beber?, ¡para nada!, yo sirvo, Max se acerca al minibar y comienza a servir tres vasos
Llegó a buscar a Fran y viene saliendo del hospital, la veo despedirse de su amiga y la quedo mirando, sonríe al verme, estoy parado fuera de mi auto apoyado esperándola, no puedo creer aún como ha cambiado todo en tan pocos días. Pero es maravilloso, por un lado siento que he perdido tanto tiempo, pero estoy feliz de poder volver a estar a su lado. La veo acercarse un poco tímida, y es verdad hay algo que nunca va a cambiar, ella sigue siendo la misma persona de la cual me enamoré.- Hola piccola ¿cómo te fue en el médico?, hola Daniel, todo está bien, me cambiaron los medicamentos, pero sólo debo tomarlos en caso de emergencia, lo que debo es tratar de volver con mi terapeuta para que me ayude a superar las crisis nuevamente.- Ven acá, le tomo la mano y la acerco a mí. - Te extrañé y mucho. - Daniel, estuvimos en la mañana juntos, - ¿acaso tú no me extrañaste?, la verdad sí, pero lo que más me ha sucedido es creer que esto es real, es difícil estar acá contigo cómo si nada hubiera p
Después de buscar mil formas para encontrarnos con Dalia y su amiga, no queda otra que llamarla e invitarla. – Al mismo bar de siempre – Bien vamos. Llamo a Dalia y esta al principio se extraña de mi llamada, peor sé como convencerla y pronto ya su voz está más relajada – No te entiendo Daniel, tú sabes que no me guata que me trates mal, una vez lo hiciste y prometiste que nunca más, además no entiendo tu molestia conmigo. - Dalia, cariño disculpa, sabes que he estado un poco estresado este último tiempo, además de tener a Francesca acá no me ayuda mucho. Peor por so te estoy llamando, ¿quieres salir esta noche? - ¿En serio?, me encantaría, a donde vamos. Tú sabes que me gusta ir al mismo bar de siempre, juntémonos en Constantine, peor quiero pedir tu ayuda – Dime, qué necesitas. Podrías invitar a tu amiga, Giulia, Damián quiere ir conmigo y me gustaría que hiciéramos un grupo ¿Te parece? – Me encanta la idea, la llamaré de seguro querrá ir conmigo, ya verás que te ayudaré a bajar
Ya ha pasado un rato y juro que estoy a punto de explotar, Guille no le quita los ojos a Fran, Dalia no para de insinuarse y hablar fuerte para dejar claro que está conmigo. ¡Ya no sé qué hacer!En eso veo a Max bajar a bailar y Fran los sigue, tomo a Dalia más que rápido y los seguimos, Ella se queja de que no quiere bailar y me pregunta qué pasa si sabe que a mí tampoco, contigo no me gusta pienso y sólo la miro y sonrío – Esta noche tengo ganas de hacerlo y la tomo de la cintura, vamos –Una vez en la pista no puedo sacar los ojos de encima De mi piccola, Guille la hace girar y su falda cada vez se sube más, en eso la veo alejarse y disimuladamente le pido a Dalia que me traiga un trago, a penas va me dirijo detrás de Fran, se acerca a un tipo a hablarle, él le indica un camino, de seguro al baño, ella no conoce este bar. La veo entrar al baño y cuando está a punto de cerrar, pongo mi pie, me queda mirando asustada, la veo y sonrío, haciéndole un gesto con mi dedo que guarde silenc
POV FranUna vez llegamos a nuestros asientos siento que estoy muerta de cansancio, me siento junto a Guillermo y veo como Daniel resopla, lo queda mirando, pero Dalia llama su atención, quiere sentarse en sus piernas grrrr, la odio, él disimuladamente la acomoda a su lado nuevamente y se pone a conversar con Damián, es divertido ver la cara de esta bruja. Estamos en un ambiente un poco tenso cuando veo que Damián y Guillermo reciben un mensaje, en eso Max se para y le dice a Daniel que lo acompañe. Dalia se va a parar para ir con ellos, pero la hacen devolverse y queda toda amurrada en su asiento.Damián le dice a Guillermo que lo acompañe a buscar unos tragos y nos preguntan que queremos, y veo como al final quedamos solas en el vip.Mariela se acerca a mi oído “Ya comienza” y se pone a reír escandalosamente, la quedo mirando y trato de seguir el juego, aunque siento como mis manos están sudorosas, no me confío de estar sola con esas mujeres. Seguimos conversando cuando veo a Dalia
Al pasar junto a la camilla veo a Dalia parada en la puerta del Club, trata de acercarse nuevamente a mí, pero Giulia la detiene, “gracias Giulia”, no quiero matar a nadie.Subimos a la ambulancia y una vez estabilizada y en marcha el paramédico comienza a preguntarme lo sucedido, hace un parte y dice que tendrá que dar notificación a la policía -No se preocupe, cuente con ello –Llegamos al hospital y veo que avanzan con ella trato de seguirla, pero una enfermera me detiene y me dice que no puedo pasar, que me avisará en cuanto sepan algo. Luego comienzan a llenarme de preguntas y veo a unos oficiales, les cuento lo sucedido y doy los datos de Dalia, ellos se pondrán en contacto con ella.Ya ha pasado casi una hora, Max está a mi lado, Mariela entró a ver que pasaba, en eso siento una voz conocida, “Hijo, qué estás haciendo acá” ¿Te pasó algo?, me giro y veo a mi madre con cara preocupada, no sé qué cara tengo yo, pero sólo la siento abrazarme y preguntar qué pasó.Con mi padre casi
Durante la noche han venido tres o cuatro veces a revisar el estado de Fran, así que es muy poco lo que he dormido, le han puesto un calmante y ella está plácidamente dormida y estoy seguro que ni se dio cuenta de cada visita de las enfermeras. Ya van a ser la siete y media, Fernando me envía un mensaje de que está afuera de la habitación, me ha traído ropa para cambiarme y un café con unos buñuelos. Lo llamé anoche para que me ayudara con esto, no me quiero mover del lado de Fran. Le pido que se quede abajo para cuando tengamos que salir. No sé si nos iremos a mi departamento o al de ella, me encantaría llevarla al mío, pero en definitiva será donde se sienta más cómoda. Aprovecho de entrar al baño y me cambio de ropa, al salir veo a una enfermera tomando la presión, se da vuelta y con cara de pocos amigos me habla “Usted NO puede estar acá” ¿Quién lo autorizó?, ¡Debe salir de inmediato! Nunca me ha gustado utilizar mi apellido o relación con mi familia para aprovecharme, pero esta
Pasa un rato y me siento incómodo, necesito decidir donde quedarnos y la verdad no me atrevo a pronunciar mis pensamientos em voz alta. Respiro y hablo serio para tratar de demostrar el poder que tengo cuando estoy en la empresa, pero debo reconocer que con mi pequeña no puedo ser así, de todas formas le digo que ahora debemos pensar donde iremos, "a tu departamento o al mío, pero no me despegarás de tu lado Fran". Max y Damián se quedarán a cargo por esta semana y nosotros podemos ayudar desde casa. - Daniel, que dices - No puedes dejar de lado la empresa, Mariela me puede ayudar. - Está decidido, Fran disculpa por ser tan mandón, pero quiero cuidarte y no me molesta, además durante estos cinco años no he descansado mucho, así que es tiempo que empiece a pensar en mi y en mi vida personal. Déjame hacerlo por favor, quiero estar contigo, tú eliges dónde. Veo como sonríe y dice que en su departamento, así se sentirá más cómoda, y me da las gracias. - No tienes nada que agradecer, r