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Ya han pasado dos meses desde que dejé mi trabajo, y no he podido encontrar nada aún, estoy viendo los avisos en mi computador y de pronto aparece Santoro Arquitecto & Asociados. El apellido me lleva a un tiempo maravilloso, pero al mismo tiempo al origen de mis crisis, ¿Cómo puede alguien llevarte al cielo y luego a la miseria misma? Jamás lo entendí y hasta hoy no logro superarlo, he tenido dos novios por llamarlos de alguna forma, pero cada vez que intentamos llegar a más cercanía me venían estás crisis y si bien Carlos tuvo bastante paciencia en un principio decidió marcharse al ver que no podía cambiar mi actitud. Simplemente no puedo tener contacto íntimo, cada vez que lo intentaba vienen a mi mente las imágenes de aquella grabación y la burla de mis supuestas amigas que querían "lo mejor para mí"

Aún no puedo comprender por qué hizo aquello, juraba amarme, quería una vida conmigo, no entiendo cómo fue capaz de pedir que nos grabaran teniendo intimidad y lo que no entiendo es porqué se detuvo, ¿se habrá arrepentido a último momento?

Pero el daño ya estaba hecho, las imágenes comenzaron a circular por toda la universidad. Pedí una baja y como el proyecto ya estaba terminado simplemente me marché, ni siquiera me presenté a la graduación, mi título llegó por correo unas semanas después. Nada de lo que tenía planeado pudo ser, mis padres jamás me vieron graduarme y aunque recibí mi título para mi no fue lo mismo, mi padre al poco tiempo enfermó y ya todo se quebró. Existe un antes y después en mi vida, es como si fuesen dos cuadros pintados por el mismo pintor pero con colores distintos, hasta ahora los grises abundan en el.

Desde ese momento no he vuelto a saber de ninguna persona de esa universidad, mis padres no querían que me fuera a Italia a estudiar, pero allá sabía obtendría la mejor educación en arquitectura y así fue. Lástima que no conté con que perdería mi corazón en el camino.

Pero bueno ya estoy delirando otra vez y lo que yo busco es trabajo. Y no, sería mucha la casualidad, después de todo el apellido Santoro es más común de lo que se cree y no tendría por qué estar en Madrid, ellos son de Italia. Tomo fuerza y llamo por teléfono, me atiende una chica muy simpática, me dice que estarán recibiendo para entrevistas durante la semana y me apunto, listo mañana a las ocho debo estar en Santoro Arquitecto & Asociados.

Comienzo a revisar mi ropa para la entrevista, decido ponerme un pantalón negro con una blusa palo rosa, una chaqueta corta del mismo color y mis zapatos de tacón negro, busco mi cartera rosa, me encanta combinar los colores, dejo todo listo y me voy al living a ver televisión, pero decido averiguar de la empresa y aparte de tener excelentes recomendaciones, no habla de los dueños, no hay fotos ni nada que la asocie a cierta persona, eso me hace respirar más tranquila y decido descansar un poco.

Estoy en lo mejor de una película cuando tocan el timbre, me parece raro porque últimamente, la verdad hace mucho tiempo no tengo vida social, a menos que sea alguna compra por Internet no recibo visitas. Al abrir la puerta mi boca cae al suelo, veo a mi mejor y única amiga, Mariela, ella me sonríe y grita - ¡por fiinnn!- logré encontrarte, no sabes cuánto me ha costado dar contigo, aún muda de la impresión sólo quedó mirándola ¿cuánto ha pasado? ¿4 años sin vernos? ...

Mariela puede considerarse una verdadera hermana, crecimos juntas, vivíamos en la misma cuadra y debo ser sincera, siempre sacaba las garras por mí, nunca perdimos el contacto siempre hablamos por teléfono, pero ella vive de un lado a otro, por su carrera ha estado perfeccionándose constantemente.

Como si nos hubiésemos visto hace unos días estamos sentadas en la alfombra, hemos pedido pizza y con una botella de vino comenzamos a ponernos al día, me cuenta que fue trasladada al Hospital Universitario de Madrid, ella es pediatra y debo reconocer que es una de las mejores, algo en mí se retuerce al escuchar el nombre de ese hospital, pertenece a la familia de Daniel, no sé qué pasa pero hoy ha venido a mi cabeza su recuerdo más veces que en estos últimos años.

Después de mucho platicar, dónde me cuenta sus andanzas y amoríos, me dice que estará viviendo por el momento en el hospedaje del hospital hasta encontrar un departamento, le digo que no se preocupe que viva conmigo mientras encuentra algo, aunque ya sabía su respuesta.

- jajaj, no querida amiga, ambas sabemos que nuestras rutinas son muy diferentes y más ahora que hemos estado lejos tanto tiempo, no, no te preocupes que ya me estoy encargando de eso, además necesito un departamento cerca del hospital por los turnos.

Le comento que mañana tengo una entrevista, que me confirmaron una cita en la empresa Santoro Arquitecto & asociados, no dice nada, sólo me mira... de pronto existe un absoluto silencio que casi da miedo, me queda mirando uno, dos ¡mil segundos! y sólo me dice que por la hora se quedará en mi apartamento, pero que mañana seguiremos conversando.

Nos disponemos a dormir, Mariela se queda en la pieza de visitas y yo me dirijo a mi dormitorio, mientras pienso que mañana será otro día y ruego a Dios que me vaya bien en esa bendita empresa.

Son las 6:30 y ya estoy apagando la alarma, me dispongo a entrar al baño y comienza mi rutina para quedar lo más perfecta posible. En este mundo es muy importante la primera impresión y quiero dar la mejor, acomodo mi ropa sin ponerme aún la chaqueta. Reviso mis documentos para que no se quede nada, No sé cómo lo hago, pero cada vez que necesito ir a algún lugar importante o tener documentos importantes, algo olvido y debo volver o simplemente pierdo el viaje.

Al llegar a la cocina Mariela está levantándose recién, sé de muy buena fuente que no le gusta desperdiciar horas de sueño y la entiendo, cuando tiene que estar de turno a veces son hasta 48 horas o más si no me equivoco que debe estar trabajando y con todos sus sentidos puestos. Por eso cada vez que puede dormir, a menos que sea un terremoto grado 8, como dice ella, nadie logrará despertarla.

- ¡Que guapa estás! - me dice, de seguro el trabajo será tuyo, ten confianza. - pero puedo ver en sus ojos un brillo extraño que me hace dudar.

- Recuerda llevar tus medicamentos por las dudas y piensa positivo, te irá maravilloso, no olvides que nuestra mente puede mover montañas. - Ah y no olvides nuestro mantra, me mira y sonríe.

- ¿Qué pasa? le pregunto, te noto extraña.

Sólo me mira y ya sé que hay algo que no está bien.

-Nada me dice -

Pero vuelve a tener esa mirada y si no la conociera podría dejarlo pasar.

-¡Ya, dime de una vez!, ¿tengo algo mal?, ¿no estoy bien vestida?, porque tu cara está extraña.

- Ufff, no pasa nada, sólo que el nombre de la empresa no me da buena espina, tú sabes, pero no me hagas caso. - tú sabes muy bien que soy una maniática... Ya vete tranquila, mira que debes estar al cien, te irá bien.

- Gracias amiga, - la abrazo - no sabes cuánta falta me hacías, es bueno tenerte de nuevo y espero que sea por muuucho, pero no te preocupes que ese apellido no tiene nada que ver con cierta persona. Además estamos en Madrid, no hay forma alguna de encontrarlo, de seguro está en el refugio de su familia como siempre ha sido. Pero ya me voy no quiero llegar tarde, mira que tú tendrás empleo seguro pero yo me estoy jugando la vida con este. - Le cierro un ojo y salgo del apartamento.

Bajo en el ascensor y mi ansiedad quiere ocupar toda mi atención, entonces comienzo a repetir nuestro mantra en la cabeza "Tú puedes, eres fuerte, linda e inteligente", subo a mi auto y pienso que estoy loca, me dirijo a la dichosa empresa, luego de manejar por media hora llego a las puertas de Santoro Arquitecto & Asociados, se puede decir que es un gran edificio, la entrada es de lujo, llena de espejos, la decoración es sobria tiene un estilo minimalista, da un aire de seriedad pero acogedor para quien lo visita.

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