Lo que significaba que ella podía dar a luz en cualquier momento; sin embargo, lo que había ocurrido era una soga alrededor del cuello del bebé que podría matarlo.

Si Avery llevaba una vida privada tan desastrosa, no se podía asegurar que Elliot siguiera queriendo al bebé.

Chad se quedó parado ante la puerta de la oficina, incapaz de reunir el valor para entrar, ya que no podía soportar presenciar la reacción de Elliot.

Cuando iba a buscar a Ben, lo vio salir del ascensor.

“Ben, ¿has visto las noticias?”, preguntó Chad con incomodidad. “Las noticias sobre Avery”.

“¿Qué piensas?”. Ben frunció el ceño con furia. “¡Me enteré hace una semana! ¡¿Por qué más iba a estar tan enfadado?!”.

Chad fue tomado por sorpresa. “¿Cómo te enteraste, Ben?”.

“¿Por qué no vas a preguntarle a Mike? Teniendo en cuenta lo cercano que es a Avery, ¡debe haberlo sabido todo!”.

Chad se sintió ligeramente desorientado. Cada vez que Mike le mencionaba a Avery, lo hacía sonar como si fuera una niña pequeña a