"¡Maldita sea! ¡Hayden está en peligro!", exclamó Mike. "¡Avery, espérame en el coche! ¡Iré a buscarlo!".

Mike estacionó rápidamente el coche a orilla de la carretera y pulsó el botón de emergencia antes de correr hacia la parada de metro.

Ese día, Hayden estaba de vacaciones. El autobús del campamento de verano los había dejado a todos en un enorme centro comercial cerca de la estación de metro.

Hayden había comprado un regalo para su madre. Mientras pagaba, se había dado cuenta de que alguien lo observaba en secreto. Había salido del centro comercial y se había dirigido a la estación de metro. ¿Quién iba a saber que esa persona también lo seguía? Por ello, estaba seguro de que lo estaban siguiendo.

Avery no podía ni siquiera quedarse quieta en el coche y esperar. Después de que Mike saliera del coche, ella también lo hizo y se dirigió a la estación de metro.

El guardaespaldas la sujetaba mientras trataba de persuadirla: "¡Señorita Tate, tenga cuidado con el niño que lleva en su