“Hola, Elliot. ¿Ya has llevado a Shea al hospital para su revisión? ¿No habíamos acordado ir juntos?”, dijo Zoe con desconcierto.

Ella había conducido hasta la mansión de los Foster, pero la señora Cooper le había dicho que Elliot ya había salido de la casa con Shea.

Elliot observó la bulliciosa entrada del hospital y luego dijo sin rodeos: “Los resultados estaban bien”.

“Ya veo. Eso es bueno. Ya estoy preparando un tercer plan de tratamiento para Shea”, dijo Zoe con entusiasmo. “Tengo una nueva idea. Si todo va bien, deberíamos poder proceder a su tercera cirugía más adelante en el año”.

“¿Puedes garantizar que una tercera operación la devolverá a la normalidad?”.

Zoe se sorprendió.

Ni siquiera un hacedor de milagros sería capaz de garantizar que podría curar con éxito a un paciente.

“No estoy cien por ciento segura, pero creo que...”.

“En ese caso, ¡detengamos esto!”, dijo Elliot con frialdad. “Vuelve a consultarme cuando tengas una garantía del cien por ciento”.

Zoe se qued