Elliot no había dejado lugar para que Layla discutiera.

Al ver lo sonrojada que estaba Layla, Robert le sirvió inmediatamente un vaso de agua y se lo entregó.

Layla bebió un sorbo de agua y se volteó hacia Avery. "Mamá, ¿qué opinas?".

Elliot le guiñó un ojo a su esposa, esperando que se pusiera de su parte.

Avery estaba en una encrucijada. Si se ponía del lado de Layla, Elliot se enfadaría, pero si apoyaba a Elliot, solo lograría perjudicar a Layla. Al final, decidió permanecer neutral.

"No voy a participar en esta discusión".

Los otros tres se quedaron mudos al instante.

"Solo quiero que todos estemos sanos y seamos felices", continuó Avery. "Espero que consideres lo que acaba de decir tu padre. Si estás de acuerdo con lo que ha dicho, puedes seguir su consejo. Pero si lo que dijo no fue suficiente para convencerte, puedes seguir negociando con él".

Layla bajó la cabeza. Aunque había descansado, no se había recuperado del todo de su agotamiento y aún se sentía mareada. No sab