"¡Sé que papá no lo aprobará, por eso no he hablado con él de esto!".

Avery se sentó junto a Layla y le dijo pacientemente: "¡Si tu padre no lo aprueba, mi aprobación no significará nada!".

"Mamá, todo el mundo sabe que papá te escucha. ¿No puedes intentar convencerlo?", suplicó Layla. "Mamá, tú me quieres y sin duda me ayudarás con esto, ¿verdad?".

Avery apartó las manos del agarre de su hija y dijo con tono inexpresivo: "Layla, tu padre no me escucha en todas las cosas. Me deja salirme con la mía de vez en cuando, pero siempre discutimos las decisiones importantes. Tu padre tiene sus propias normas y límites, sobre todo en lo que se refiere al matrimonio. Piensa lo que piensa y nadie puede cambiarlo".

Layla se sintió desolada.

"La tía Lilith y el tío Ben también se llevan más de diez años, ¿no? ¿Por qué papá no impidió que se casaran? Recuerdo lo feliz que estaba papá cuando se casaron". Layla frunció el ceño.

"Puede ser a lo mejor porque tu tía Lilith es hermana de sangre de t