Diez minutos después, Cole apareció frente a Zoe.

Estaba vestido con su pijama y un par de sandalias.

Tenía el cabello revuelto porque se había apresurado a ir a ese lugar justo después de la llamada telefónica.

¡Tenía ganas de hacer un berrinche!

Había sido una llamada extraña.

¿Cómo podía Zoe ser tan grosera con él?

Él no fue quien planeó lo que pasó antes en el hotel. ¡Él también era una víctima!

Sin embargo, cuando vio el ojo de Zoe enrojecido por las lágrimas, la rabia en su interior se desvaneció al instante.

"¿Qué ocurre, doctora Sanford?", preguntó Cole. Luego se aclaró la garganta y dijo: "Mi tío no te dejó, ¿verdad?".

Zoe dejó escapar una risa amarga, luego se aferró al árbol que tenía al lado y se puso de pie.

"¡Estoy embarazada, Cole Foster!", dijo entre dientes apretados mientras su boca se llenaba del fuerte sabor de la sangre. "¡Tú eres el padre!".

Las comisuras de los labios de Cole se contrajeron.

"No puede ser... Solo lo hicimos una vez...", dijo con incre