"Mami, mira al tío Elliot... Layla tiene una foto en la que convirtió al tío Elliot en niño. Tócala. No sé cómo hacerlo". Kiara señaló el teléfono.

Robert los miraba atentamente a un lado. Dejó su nuevo juguete en el suelo y tomó el teléfono de Layla de la mano de Shea. Abrió hábilmente el álbum de fotos y encontró la foto de su padre.

Cuando vio la foto de su padre de pequeño, soltó una risita. "¡Je, je! ¡Papi se ve adorable!".

Entonces, Robert besó la pantalla sin previo aviso.

"¡Robert, niño travieso! ¡Qué asco! ¡Ensuciaste la pantalla!".

Layla se acercó a toda velocidad y rescató su teléfono de las manos de Robert. Al mismo tiempo, empujó a Robert hacia un lado.

Robert hizo un mohín y mostró una cara de tristeza. "No quieres jugar conmigo y me empujaste. Voy a decírselo a mami cuando lleguemos a casa".

Layla amenazó a Robert, completamente imperturbable: "Si le dices a mami, ¡no jugaré más contigo!".

Layla confiaba en su control sobre Robert.

Efectivamente, Robert cedió.