La mente de Avery estaba llena de pensamientos de Elliot. Apenas podía pensar en otra cosa.

Ben miró la camisa de Elliot en su mano y preguntó: "Avery, ¿ya aclararon los malentendidos entre ustedes dentro de la bodega subterránea?".

"Me dijo que siempre me ha amado...". Las lágrimas cayeron una vez más. Le temblaba la voz. "Yo también. ¡Yo también!".

Las palabras de Ben se atascaron en su garganta. Quiso decir algo más, pero le pareció innecesario.

En ese momento, Elliot no aparecía por ninguna parte. Nadie sabía si estaba vivo o muerto. Si le hacía saber que el amor de Elliot por ella no había cambiado ni una sola vez, solo conseguiría hacerla sufrir más.

Avery sollozó un rato y terminó inconsciente debido a que su cuerpo aún estaba débil.

Ben y Chad salieron de la sala y respiraron hondo.

"Ben, ¿qué deberíamos hacer?". Chad estaba desconsolado. "Si no podemos encontrar al señor Foster, no creo que Avery pueda recuperarse de esto".

"Yo tampoco sé qué hacer". A Ben le dolía te