En el sótano subterráneo de las afueras de la ciudad, al darse cuenta de que la entrada que utilizaban había sido sellada, Elliot y Avery habían encontrado otra salida a las casas de arriba.

El único problema era que esta puerta estaba cerrada desde el exterior. No podían abrirla en absoluto.

Cuando se dieron cuenta de que no podían salir, buscaron inmediatamente sus teléfonos, pensando en pedir ayuda.

Sin embargo, no pudieron obtener señal.

Sabían que estaban en una situación difícil.

"¿Por qué haría esto Holly?", dijo Avery en voz baja mientras se apoyaba en el hombro de Elliot. "¿Solo porque le mentí en el hospital?".

"No lo creo. Alguien debió de ayudarla". El tono de Elliot se volvió frío. "Solo hay dos posibilidades. Que la organización criminal no haya sido eliminada por completo, por lo que hay otros aparte de Holly que escaparon y quieren matarnos para buscar venganza por el resto de los que fueron condenados a muerte; o que Holly haya sido comprada por alguien".

"Creo