Ben tiró del brazo de Elliot y caminaron hacia la salida de emergencia.

“Elliot, es obvio que todavía te importa Avery. ¿Por qué siempre actúas de forma tan irracional? En especial cuando se trata de Shea. No importa lo hermosa que sea, ¿estás seguro de que puede compararse con Avery?”. Ben quería que Elliot despertara a la realidad.

“¡Nadie es más importante que Shea!”, gritó Elliot bruscamente.

“¿Avery se divorció de ti por esto?”, le preguntó Ben.

“¡Sí!”.

“Si ese es el caso, ¡Avery no tiene la culpa! ¿Por qué estás triste, entonces? ¡Eres tú quien la ha decepcionado!”. Ben rara vez le hablaba con tanta contundencia. “Como tu amigo, no voy a juzgarte por la persona de la que eliges enamorarte. Solo quiero que...”.

“Entonces, al igual que Avery, ¡también deberías irte!”, dijo Elliot, cortándolo. “¡No necesito a extraños entrometiéndose en mis asuntos personales!”.

Él utilizó la palabra “extraño”.

Ben exhaló con fuerza.

‘¡Olvídalo!’.

Si él decidía obsesionarse tanto, ¡se a