"¡Eso no es lo que quise decir! Tu hija es la que restringe mi libertad. Soy alguien que disfruta saliendo, y por culpa de nuestra hija, no puedo ir a ningún lado".

"Con tu madre y la criada cuidando de ella, eres libre de ir a donde quieras", argumentó Jun.

"¡Pero yo no quiero dejarla!". Tammy se encogió de hombros con resignación. "Nunca supe lo genial que son las madres hasta que tuve una hija propia. Puedo sentir cómo mi antiguo yo se desvanece a medida que me transformo en una persona completamente diferente".

"Ese es el amor de una madre", bromeó Avery con Jun. "Tammy dijo que extrañaba a Tiffany mientras estábamos de compras y por eso volvimos rápido. Por cierto, ¿cuál de estos vas a enviar por correo? Buscaré una caja para ellos y llamaré al servicio de entrega para que vengan a recogerlos más tarde".

"¡Siéntate y descansa! Podemos hacerlo más tarde". Tammy tomó un sorbo de su vaso de agua y recordó de repente lo que había dicho Jun. "¿Dijiste que no podías reconocer que er