Avery abrió la bolsa, echó un vistazo a los documentos y respiró aliviada. "Está todo aquí. ¿Qué quieres decir si el cielo se cae? No se va a caer".

"¿Por qué hemos esperado tanto tiempo antes de obtener el certificado?", preguntó él entre dientes.

Avery se quedó atónita por un momento. "Pensábamos recibir el certificado después de la boda, pero entonces te fuiste a Ylore".

"De todos modos, es un poco tarde. Hayden y Layla ya tienen ocho años".

"Ocho y medio, para ser exactos", lo corrigió ella.

"Antes te negaste a obtener el certificado porque no creías en mí, ¿no es así?".

Avery reflexionó detenidamente sobre esa pregunta y dijo sin rodeos: "Es que creo que es un fastidio pasar por todas esas formalidades. Tanto el matrimonio como el divorcio son igual de molestos. Tener un certificado de matrimonio no importa realmente si la pareja tiene una buena relación".

"Pero tú lo has pedido esta vez".

Avery se sintió avergonzada. "¿Puedes no arruinar este momento que estoy teniendo?".