’Pensé que se había ido. ¿Por qué sigue aquí?', pensó Elliot.

Medio mes atrás, Jed había muerto por envenenamiento justo antes de la llegada de su novia.

Ella, por supuesto, no se había tomado bien la muerte de Jed. Aun así, se había encargado de todo el funeral y había cremado el cuerpo de Jed.

Elliot incluso había enviado a su gente a escoltar tanto a ella como a los restos de Jed al aeropuerto.

Elliot pensó que ella se había ido.

Sin embargo, Elliot estaba seguro de que la camarera que había visto era la misma mujer que decía ser la novia de Jed.

La única explicación posible era que ella había vuelto.

En cuanto a por qué había vuelto, solo podía ser por venganza.

Elliot se dirigió inmediatamente hacia la habitación de Gary. Antes de que pudiera acercarse, un fuerte gritó sonó por toda la casa.

El alarido fue acompañado rápidamente por gritos mezclados de un hombre y una mujer.

Cuando Elliot entró por fin en la habitación, vio a Gary tumbado en el sofá con una daga clavada