"Me aseguraré de que llegue a Aryadalle sana y salva, y cuando haya regresado, me encargaré de que vaya a sus revisiones programadas", prometió Elliot.

El doctor no pudo hacer más que dar su permiso para que Avery se fuera.

Avery sintió que estaba siendo mandoneada y no pudo evitar fruncir el ceño ante la intromisión de Elliot en su vida.

"Elliot Foster, no me iré", dijo Avery mientras arrastraba a Elliot por el brazo fuera de la habitación.

"Ya reservé un vuelo para ti. Te vas hoy", dijo Elliot.

"No me iré", dijo Avery.

"Tienes que irte. Después de que te vayas, me aseguraré de tomar venganza", prometió Elliot.

Avery sentía algo en la garganta. Había mil millones de cosas que quería decirle a Elliot, pero de alguna manera no encontraba el valor para decir nada.

Avery quería decirle a Elliot que tenía que acabar con la vida de Gary personalmente y que solo entonces podría descansar por fin en paz sabiendo que Jed había sido vengado.

Sin embargo, Avery también sabía que no est