Avery se despertó de su sueño tiempo después, pero no vio a nadie dentro de su sala.

Ni Elliot ni el guardaespaldas estaban allí.

Recordó que Elliot le había dicho que le haría compañía allí, así que sacó su teléfono y revisó la hora.

Faltaba una hora para la medianoche.

No sentía más que dolor en ese momento.

Encontró el número de Elliot en sus contactos y lo llamó.

Elliot preguntó: "¿Estás despierta, Avery? Iré a acompañarte enseguida".

Los labios de la mujer se movieron y su voz fue muy suave. "No tienes que venir si no te es conveniente...".

"Estoy en el hospital. Iré ahora mismo", dijo Elliot y terminó la llamada.

El cuerpo de Jed había sido enviado al hospital, así que lo más urgente era averiguar por qué Jed había muerto tan repentinamente.

Además, aún estaba la pregunta de por qué había enviado ese tipo de mensaje a Avery. Si iba a marcharse, ¿qué se lo impidió?

Se tenía la sensación de que la muerte había sido un asesinato en lugar de un accidente.

Elliot volvió a