Hablando de Roma…

Un taxi se detuvo frente al patio y un guardaespaldas se bajó antes de ayudar a Avery a salir del coche.

Las luces cegadoras del patio brillaron sobre las coloridas figuras de los invitados. Avery reconoció de inmediato a Elliot entre la multitud.

Él iba vestido de negro, sosteniendo una copa de vino con una mano mientras rodeaba con otro brazo a una mujer vestida de blanco, que se apoyaba en él con una alegre sonrisa.

Los dos formaban una pareja tan hermosa que parecían hechos el uno para el otro.

El guardaespaldas siguió su mirada y reconoció a Elliot. Se aclaró la garganta y dijo: "¿Por qué no nos mantenemos al margen, señorita Tate? Entrar ahí es como buscar problemas nosotros mismos. ¡Parece bastante contento con su nueva esposa!".

Tan pronto como dijo las palabras, Avery comenzó a caminar hacia el patio; más precisamente, hacia Elliot.

El guardaespaldas no tuvo más opción que seguirla, pero en cuanto entró al patio, le pidieron que esperara en la zona de