TamaraSubo a mi habitación resignada, después de pensarlo mi prima tiene razón no puedo arriesgarme innecesariamente, no es justo para todos los que me cuidan especialmente por Marcus, no tengo dudas de que Cristian no me haría algo así pero no sé si el antes de irse no dejo hombres cerca para atraparme, aunque sé que soy buena en defenderme no soy inmortal. Tomo el teléfono y llamo al número que me llamo Cristian hace una hora y él contesta enseguida.- ¿Tami ya vienes? - Dice expectante--Lo siento Cristian, pero creo que no es una buena idea- Se queda en silencio unos minutos--Tami te necesito, necesito a mi mejor amiga, no estoy bien y tal vez ya no tenga otra oportunidad de hablar contigo-Mi corazón se exprime y me muerdo el labio de impotencia--Voy para allá - Y corto-Lo siento prima- Pienso para mi-Pero no puedo dejar a Cristian así, él siempre estuvo para mi cuando lo necesite. Voy a mi armario y saco ropa oscura para poder escabullirme por la seguridad, me coloco unos vaq
Este capítulo puede dañar la sensibilidad de algunas personas contiene violencia casi extrema, leer bajo su propia responsabilidad y siempre tener en cuenta que es una historia de ficción. GabrielEstoy sentado en un sillón a metros de la cama con unas líneas de cocaína en la mesita de luz, mirándola, su cuerpo desnudo solo para mi es el paraíso la eh poseído tantas veces en estos dos días que ya perdí la cuenta, pero se siente como la primera vez cada vez que la tomo. Aspiro la última línea de droga que me queda y me acercó para desatarle las muñecas, están completamente moradas la tomo en mis brazos y la llevo hasta la bañera, la sumerjo en el agua ella apenas abre sus ojos, esta tan drogada que no sabe ni como se llama, pero por lo menos así está a mi merced.No me dejo otra opción ya que cuando despertó su furia fue tanta que golpeo a mis hombres sin contar que intento matarme cuando le dije que su prima estaba aquí también. La baño con cuidado, la seco y la llevo a la cama no m
MicaelaEstoy en un rincón de la habitación con las manos en mis oídos y el rostro mojado por las lágrimas, pero ni así puedo dejar de escuchar los gritos de mi prima, no puedo soportarlo más y comienzo a gritar como una estérica, aunque no sirva de nada, me levanto y rompo todo mientras sigo gritando hasta que la maldita puerta se abre.-¡¡HIJOS DE PUTAS!!¡¡DEJARLA!!- Manuel me envuelve entre sus brazos y yo lo golpeo, pateo e insulto como una poseída--Tranquila- Dice y siento un pinchazo, mi cuerpo se siente como gelatina en segundos-- ¿Que me hiciste? - Digo con un poco de dificultad --Es solo una droga suave no perderás el conocimiento, pero te sentirás más tranquila- Me acaricia el pelo con cariño y lo único que siento es asco por él y toda su gente-- ¿Que le están haciendo? - El suspira y se tira en la alfombra conmigo sin dejar de tocarme cosa que me sigue repugnando- Dime, por favor --No lo sé, Gabriel esta fuera de sí, no nos dejó bajar al sótano- Un sollozo de dolor se
Max- ¿Dime, ese tal Ricardo es el otro hombre de confianza de Gabriel verdad? - Yo solo asiento - ¿Podremos confiar en él? - dice mientras se distrae mirando lo que le ha mandado Ricardo por mi celular--No lo sé Marcus, pero si te puedo decir que el siempre cuido de Tamara en la hacienda o por lo menos lo intento cada vez que pudo, el no parecía estar de acuerdo con lo que Gabriel le hacía- Suspiro con pesadez--Bien, nos arriesgaremos no tenemos otra opción voy a preparar todo salimos en dos horas - Dice saliendo de la habitación-Estos días he comprobado porque Marcus es tan temido y respetado desde que se llevaron a las chicas un aura oscura lo rodea como si el mismo diablo estuviera en él, sus mismos hombres lo evitan y hasta Alex mantiene la distancia. Ha destruido todos los embarcos de Ortega y a la mitad de sus hombres con ellos, sin contar que cualquiera que decida hacer negocios con él, firma su sentencia de muerte automáticamente. También puso una recompensa de diez millon
MicaelaLa noche ya empezaba a caer y mis nervios se disparaban sabía que Ricardo vendría en cualquier momento o eso es lo que esperaba con desesperación, mis pensamientos son interrumpidos por el ruido de la puerta -- ¿Micaela? - Una voz femenina y temerosa aproxima su cabeza por la puerta, es la novia de Cristian- Debemos irnos, Ricardo fue por Tamara y nosotras debemos reunirnos con ellos rápido-- ¿Por qué estas tu aquí y no Ricardo? - No comprendo se supone que el vendría--No tenemos tiempo, por favor- Estira su mano y la tomo, no tengo otra opción-Salimos de la habitación que hasta el momento Gabriel me tenía prisionera, todo está en total silencio y en oscuridad, voy tocando con la punta de mis dedos la pared como esperando aferrarme a algo que no sea la mano de esta chica, que, aunque no tengo confianza parece saber perfectamente a donde nos dirigimos.Al llegar al final del pasillo este se abre en forma de T ella observa hacia los dos lados y con tanto silencio me parece oí
MarcusVeo todo rojo, voy manejando como desquiciado por estos caminos de tierra, quiero llegar a ella, quiero matar y destripar a esa basura de Ortega con mis propias manos.-Marcus baja la velocidad, nuestra gente viene detrás y ya estamos cerca -Freno la camioneta y le doy un golpe al volante --¡¡Mierda!! - Grito con frustración- ¿¡Por qué tardan tanto estos inútiles!? --Vienen a toda marcha, pero tú les sacaste ventaja, tranquilo todo saldrá bien la sacaremos y tú te desquitaras con ese maldito como gustes-- ¿Pero si llego tarde? y ¿Si la mata o la lastima más? --Te necesitó con la mente fría Marcus, ella te necesita tranquilo y concentrado – Pone una mano en mi hombro en un intento de apoyarme-- Lo sé -Solo dijo, pero mi corazón sabe que Tamara está sufriendo y no me deja pensar con claridad --Seguiremos con el plan al pie de la letra y tendrás a tu mujer a tu lado por el resto de tu vida o por lo menos hasta que ella se canse de ti-Las camionetas se acercan a nosotros y m
MarcusSalgo con mi chica en brazos, me pongo alerta cuando veo unas luces de un vehículo asomarse por los portones de hierro mis hombres se ponen en guardia hasta que veo a Micaela bajar corriendo, mis hombres abren los portones y ella no espera a que estén totalmente abiertos para llegar hasta mí, pero se detiene al ver su prima inconsciente, sacude la cabeza y sé que piensa lo peor en este momento, de los labios de mi chica sale mi nombre y su rostro se relaja. El auto se detiene y Max baja y detrás de él, una figura pequeña parece una niña tímida observando con temor todo a su alrededor, su mirada recae en Tamara y parece haber perdido todo el miedo y solo veo preocupación en sus ojos a pasos apresurados se adelanta hacia mi chica, pero se choca con mi mirada y se detiene de golpe.-Soy doctora por favor déjeme revisarla- Su voz es segura--Ya tenemos un doctor y una ambulancia para ella- Digo frio y me encamino hacia el vehículo--Pero ellos no saben de su estado yo si la he esta
TamaraPodría decir que jamás en la vida imagine un final tan perfecto. Hace dos años me encontraba en un hospital luchando por mi vida y la de mi bebe y hoy estoy sentada en una hermosa playa mirando a mi sexy marido jugando con mi dulce Agustina.Marcus, aquel hombre peligroso que ahora se deja manipular por la pequeña de ojos verdes y cabellera oscura quien lo diría, mi hija logra todo lo que quiere de su padre solo con un puchero. Pero como le podría reclamar algo a mi hija cuando yo hago lo mismo, pobre mi marido.Sentada a mi lado se encuentra una muy embarazada Micaela, si como lo dije ya tiene ocho meses espera un varón, su reelección con Max es un torbellino, los celos de mi prima en el embarazo fueron excesivos, pero nada que no se pudiera arreglar con sexo, mucho sexo, tanto así que nos mudamos a diferentes casas solo para evitar encontrarlos en diferentes lugares follando como conejos, igualmente somos vecinos.Nosotras trabajamos en pasantía en el hospital central, mientr