Capítulo 06

Me encontraba sentada en las escaleras que dan al jardín de la casa,un jardín con hermosas rosas blancas y una que otra flor de colores suaves que daban un aroma relajante a mí entorno.

Dejé ir un suspiro mirando al cielo, las estrellas hicieron que mis ojos se llenaran de lágrimas,no sabía cómo detener mis sentimientos,mí pecho dolía y lo único que quería era dejar todo atrás o salir corriendo lejos de todo,lejos de él.

Me constaba verlo con Lía feliz y me daba rabia que él viviera su vida normal y alegre mientras que yo no podía pasar un solo día sin pensar en él y su estúpido rostro.

Cerré mis ojos deseando encontrar a esa persona que arreglará los pedazos destruidos de mí pobre corazón,deseando con el alma que al abrir mis ojos apareciera ese ser que llenaría mí vida de luz y esperanzas.

Pero al abrirlos encontré a Harry mirándome a solo centímetros de mí cara.

—¿Te encuentras bien?—pregunta sentándose a mí lado.

—Sí,la noche es muy hermosa—apoyo mi cabeza en su hombro.

—No debiste de dar esta idea—Sabía que Harry solo se preocupaba por mi bien estar mental pero debía hacer como si no sintiera dolor alguno.

Repetirme a mi misma que no siento absolutamente nada por Matthew y que puedo ser tan o más felíz que él,no era competencia pero me merecía aunque fuera una mínima parte de su felicidad ¿no?

Escuchaba las risas a nuestras espaldas,los gritos de nuestros amigos y sus parejas.

Sonreí.

—Harry—el más alto apoyó su cabeza sobre la mía.

—¿Que pasa?—su mano tomó la mía con cuidado.

—Gracias—sin Harry en mi vida no sabría que sería de mí,de todo a mí alrededor.

—Sabes que todo lo hago porque te amo demasiado ¿verdad?—Afirmo con la cabeza.—A veces lamento tanto que hayas conocido a mí hermano—me alejo un poco negando.

—Si tu hermano dejó algo bueno en mí vida eres tú—besé su frente y volví a apoyar mí cabeza sobre su hombro.

Amaba a Harry con todo el corazón,de una forma en la que amas a tú mejor amigo,ese amigo favorito que sabe cada mínima cosa de tí o a un hermano que sabes que estará contigo por el resto de tú vida,sin juzgar y amarte como a nadie.

—Chicos—a nuestras espaldas se oyó la voz de Lía.

Harry bufó.

—¿Qué quieres?—preguntó de forma grosera hacia nuestra menor.

Doy un codazo al chico alto mientras lo miro con el ceño fruncido.

—Lo siento Lían ¿qué necesitas?—pregunto amablemente.

Pude notar los ojos tristes de la chica mirando en dirección a mí amigo,Harry podía ser bastante hiriente algunas veces.

—Solo quería invitarlos a jugar un juego con los demás—respondió suave—pero entiendo si están ocupados—y sin darme tiempo a hablar volvió a entrar.

—¿Qué m****a te sucede?—volteo hacia Harry enojado.

—No la soporto—su ceño fruncido junto a sus muecas me daban a entender el odio que había en su interior hacia Lía.

—Ella es inocente Harry—me paré de mí lugar—Si yo la trato de manera educada por favor haz lo mismo—entré a la casa dejando al alto solo.

Al entrar los veo a todos en la enorme mesa del comedor jugando a las cartas con varias botellas de licores y varios de sus vasos se encontraban vacíos.

Me senté en una de las sillas,justo frente a la pareja de famosos que aún estaban en su mundo riendo,me sentí pequeña frente a ellos, como una hormiga y no era debido a mí estatura,era el sentimiento que la pareja transmitía,su amor se notaba en demasía haciendo que yo me sintiera como un pequeño insecto.

Indefenso.

—Ten bebe esto—Sofía me entregó una bebida de color azul y sonreí bebiendo el contenido de una.

A los pocos minutos a nosotros se unió Harry,con su humor de perro comenzó a beber con rapidez para a las pocas horas estar más que borracho,dormido sobre la mesa.

Todos estaban tirados durmiendo,todos excepto Matthew y yo.

Una vez más el universo me cagaba encima.

Comencé a juntar los vasos vacíos que habían dejado regados por toda la casa,algo mareada me senté sobre el sillón después de dejar la mayoría de vasos en la cocina.

—Deberías de ir a descansar—la voz de mí ex me hizo saltar en mí lugar.

—Estoy bien.

—No lo parece—observé como juntaba las bolsas de frituras y latas del suelo en una bolsa de residuos.

—Siempre estoy bien Matt—Dije sin pensar y quise esconderme debajo de la alfombra.

—¿Cómo me llamaste?—preguntó deteniendo lo que hacía.

—Olvídalo,es por el alcohol—Traté de pararme para huir a brazos de Harry pero volví a caer sentada en el sillón.

Matthew había llevado a Lía a la habitación y volvió para ayudar a limpiar pero en ese momento deseaba que se hubiera quedado con la chica en aquel lugar,maldigo por lo bajo cerrando los ojos.

—Cambiaste mucho la casa—abrí los ojos observando al mayor de lejos.

—Sí,la antigua decoración era...dolorosa—dejo ir un suspiro pesado.

Hubiera deseado que el cielo se cayera sobre mí o que la tierra se abriera tragandome por completo,pero nada de eso pasaría debía ser fuerte y no dejar que el alcohol hablara por mí cordura.

—Iré a llevar a Harry a la cama—a duras penas podía conmigo pero necesitaba salir de esa situación en la que solita me había puesto.

Cuando logré pararme el idiota de mí ex se acerca hasta estar a solo centímetros de mí rostro,juro que sentí toda mí sangre acumularse en mí rostro,los latidos de mí corazón se escuchaban con total claridad y el hecho de que él pudiera oírlos hacia que me pusiera aún más roja.

Dios solo lanza un rayo,mátame y llévame contigo.

—Quiero vomitar—dije.

Negó.

—Tú jamás vomitas después de beber—ruedo los ojos,solo quería salir de esa situación.

—¿Ahora me dirás que me conoces bien?—negué dejando ir una risita sarcástica.

—Conozco cada pequeña parte de tí—sus ojos bajaron y subieron por mí cuerpo,mí ceño se fruncio.

—Eres un hombre con pareja y soy tu ex esposa,deberías de respetarla—me aleje dándole un empujón.—Y ya no te me acerques—me fuí en dirección a Harry que comenzaba a quejarse.

Y él si devolvía todo el alcohol.

Arrastre a mí mejor amigo como pude hasta uno de los colchones inflables que habíamos puesto en la sala para dormir,lo cubro con una manta y me acuesto a su lado.

Matthew apagó las luces y dándome una última mirada esa noche volvió a su habitación.

Dejé ir un pesado suspiro mientras los brazos de Harry me envolvían,susurrando palabras en algún idioma de esos que tanto le gustaba estudiar,cerré mis ojos deseando que el día de mañana no llegara tan pronto,me quedaba poco tiempo al lado de mis amigos y familia.

Camila corrió hacia mi acusando a mí hermano de tramposo,Chris negaba nervioso guardando la pistola de agua a sus espaldas,reía mientras el de rulos giraba a mí alrededor.

Sofía nadaba en la piscina con tranquilidad mientras Thiago levantaba un par de pesas de vez en cuando,solo las levantaba cuando su novia se giraba a verlo la pura realidad.

Harry había salido a buscar una ardilla que desde el día anterior no dejaba de aparecer y según él era el mismo animal el que aparecía frente a sus ojos,era el único que tenía una mancha color remolacha en el ojo izquierdo.

Cosas de Harry,no lo entenderiamos.

En cuanto a la pareja que falta,ambos habían salido a dar una vuelta por los alrededores hacia un buen rato,la verdad me importa poco lo que hagan por ahí.

...—En realidad sí me afecta bastante imaginarlo—susurro mirando la puerta,esperando que de una vez por todas pasaran por ella.

¿Prefiero verlos ser cariñosos entre ellos a imaginar lo que estén haciendo por ahí?

Ya estoy loca,ya me perdí a mí misma y solo pasó un día.

—La encontré—Harry salió de unos arbustos con la ardilla en mano.

—Deja al pobre animal—hablé,pero me ignoró yendo a molestar a Camila.

Me levanté para que dejara ese comportamiento infantil pero al acercarme a la piscina caigo dentro,para mí mala suerte Sofía había salido al baño como para aferrarme a ella con rapidez pero solo caí directo al fondo de la piscina,pasaron solo un par de segundos pero para mí fue eterno,en mí desespero comencé a tragar demasiada agua.

Oía los gritos de Camila y mí hermano hacia Harry pero ninguno de tiraba al agua,para mí desgracia traje a la playa y a una casa con piscina a seres humanos que en su vida aprendieron a nadar,incluyéndome.

Pero cuando creí que sería mí fin tomaron mi mano,luego mi cintura y en menos de cinco segundos ya me encontraba fuera del agua,tosiendo como si no hubiera un mañana,maldiciendo el nunca haber aprendido a nadar y observando a los malditos que no se tiraron a la piscina por mí.

—¿Estás bien?—preguntó mí salvador, Matthew.

—Gracias—dije como pude,mí cuerpo temblaba.

—¡¿Que sucedió?!—Sofi se acercó corriendo a mí lado.

—Por culpa de Harry casi perdemos para siempre a Melissa—Dijo Camila enfadada.

—Lo siento—Harry tenía una mirada llena de culpa,me partía el alma verlo así.

—No es culpa de nadie,puede pasarle a cualquiera—digo aceptando la toalla que Lía me alcanzó.

Harry se acercó para ayudarme a entrar a la casa,había olvidado lo malo de correr alrededor de una piscina si no sabes nadar,ahora mis pulmones dolían.

Se sentó a nuestro lado con brusquedad llamando nuestra atención,se comportaba de forma extraña desde anoche.

—¿Qué quieres?—pregunta Harry a su hermano.

—Solo quiero ver si se encuentra bien—Matthew toma mí cara en sus manos revisando si me lastime de alguna forma.

Alejo sus manos de mí rostro dejando ir un suspiro.

—Estoy bien,gracias por salvarme—me paro de mí asiento—Ahora,si me disculpan,iré a bañarme—ambos chicos se miran con el ceño fruncido.

Ambos hermanos resultaban ser algo exasperantes algunas veces y más si me lastimaba,aún recordaba de manera vívida la locura de hace unos años atrás cuando casi me ahogo nuevamente,pero esa vez fue en la playa,en una solitaria playa.

Nuevamente Matthew me salvó y el regaño cayó sobre Harry.

A la tarde se me ocurrió la brillante idea de salir de campamento a unos quince minutos de la casa en auto,los chicos aceptaron con toda la felicidad del mundo,llevamos lo necesario y encontramos un bonito lugar para armar las carpas.

Al caer la noche se les ocurrió un juego que consistía en encontrar la bandera roja en medio de la oscuridad del frondoso bosque.

Todos sabemos que eso no acabó muy bien ¿verdad?

—¿Como puedes perderte otra vez?—pregunto para mi misma.

La primera vez que había puesto un pie en este bosque fue a los dos años de estar casados con Matthew,y me había perdido al separarme un par de pasos de mí esposo en ese momento,si no fuera por Harry ese día no estaría aquí hablando con ustedes.

Ahora me encontraba perdida nuevamente,y sola.

—Vine por aquel lado—señalo a mí izquierda—recuerdo pasar esa gran piedra cinco veces—lloriqueo.

Me senté en el suelo cansada de caminar pero un llanto a lo lejos me hizo pararme de golpe,necesitaba salir de ahí lo más pronto posible.

—¿Hola?—pregunto en un susurro,con miedo a que algo me conteste.

—...—

Silencio,ya ni el llanto se escuchaba.

—Tenía que haber escuchado a mamá cuando me dijo que aprendiera a decir el padre nuestro—seguí mí camino alumbrando con la linterna mis alrededores.

Dos pasos después chillé cuando tomaron uno de mis brazos dándome la vuelta,observé esos oscuros y brillantes ojos a solo centímetros de mí cara,jamás había estado más feliz de verlo que ahora.

—Matt—mi cuerpo reaccionó por si solo y enredo mis brazos a su alrededor.

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