Cuando Charlie llego a su casa con la tan ansiada poción, el primero en recibirlo fue su hermano menor. Este tenia apenas 10 años.-¡Charlie! ¡Tenemos hambre! ¿Dónde has estado?- el muchacho se agacho para recibirlo y lo abrazo. Charlie apenas tenia 15 años, pero era bastante alto para su edad.-Tuve que salir a comprar la medicina de mama-¡Mama se pondrá bien!- ni siquiera era una pregunta, pero la felicidad en el rostro del niño era notoria, cuando su rostro se ilumino al instante-¿Acaso lo dudabas?- le sonrió de vuelta, -ve a decirle a Oliver que se vista. Saldremos a comer algo rico. -¿Lo que yo quiera?- pregunto aun mas emocionado, como si eso fuera siquiera posible-Lo que tú quieras, pequeño glotón.-No soy glotón… soy un niño en pleno desarrollo.-Y uno muy listo- dijo cuando le deposito un leve beso en su frente- ahora, ve.- y así lo vio desaparecer hacia una de las habitacionesCharlie se dirigió hacia la pequeña cocina que tenían, y empezó a separar la medicina en pequeñ
Solo en la mañana, cuando Gabriel se levantó, fue el momento en que pudo apreciar la situación completa en la que estaba metido. Antes, recién llegado, con cansancio, y luego de presenciar una escena como esa, no había tenido ánimos para nada mas que echarse en la cama y dormir.Cuando los primeros rayos de luz se filtraron por las ventanas y le dio en los ojos, se removió entre sus sabanas, y se estiro. Sin embargo, cuando por fin los abrió, examino el lugar donde se encontraba, y vaya que se llevo una sorpresa.Se sentó sobresaltado, tratando de ubicarse donde estaba, y pronto los sucesos del día de ayer llegaron a su cabeza como recuerdos de un sueño de lo mas extraño.Se toco la cabeza casi mareado, pero hizo un esfuerzo por levantarse.«¿Qué era todo esto? »Examino con asombro lo inmensidad de la habitación, y todas las cosas que allí se encontraban. Y en el baño, había encontrado un espejo de cuerpo completo incrustado de joyas. No considero ese objeto como una de las mejores i
Julian se tambaleaba a veces y eso ejercía más presión de un lado de ella, para suerte de los dos, Kate no era tan débil como para dejarse caer por eso. El muchacho entre borracho y medio adormilado trataba de guiar a Kate a través de los pasillos para indicarle cuál era su habitación. Kate no tardo en darse cuenta de que sus respectivos cuartos estaban bastante alejados entre sí. No es que eso debiera de importarle… es decir ¿le importaba? ¿Acaso esa distribución del espacio, y ubicación había sido adrede?Llego hasta una enorme puerta de madera, laqueada de una manera que era casi inolvidable por lo hermoso del detalle. Trato de acercarse para abrir y esta apenas lo hizo, hizo un ruido extraño.-Necesitas una llave- lo escucho a Julian a su lado hablar ¿Una llave?-En mi bolsillo derecho -la apremio JulianKate, con algo de recelo y con sumo cuidado acerco su mano hasta uno de los extremos de Julian. Metió la mano en su bolsillo y pronto las escucho tintinear. -Es la mas pequeña
Kate no podía parar de reír por las ocurrencias de Julian. Ella siempre había encontrado al muchacho como alguien excepcional. Tenia carisma, encanto, y bajo los ojos de Kate una personalidad viva y latente.-A ver, ahora dime ¿En que esta pensando la señora de allá? Julian la mira, y frunce el ceño tratando de concentrarse, Kate encuentra en particular aquel gesto bastante divertido-Esta preocupada por si su esposo tiene una aventura-Te lo estas inventando.- dice-No.- afirma el -te digo que no. ¿Cuándo será el día que me creas cuando te digo que tengo la sorprendente habilidad de leer la mente de las personas?-A ver, lee la mía.- lo retaba ella siempre. Pero a pesar de las insistencias, siempre que Julian trataba de hacerlo fallaba en el intento.-Ugh.- se queja el chico – ya te he dicho que contigo eso no funciona. No sé porque-Así que… justo conmigo no funciona eh.- se burla ella-Me crees ¿no?Kate no le creía, pero ella quería mucho a Julián. Y lastimar sus sen
La vida de Kate Wood no era nada fácil, a decir verdad, era bastante complicada.-Tenemos que despedirte-¿Qué?- ella no podía dar crédito a las palabras que estaba escuchando.- ¡Pero necesito este empleo! No lo entiendo ¿He hecho algo mal?-No es eso.- se excusa Amanda – solo que ya no tenemos presupuesto para cubrir tu salario-¿Pero es que… así no más? ¿Sin explicaciones? ¿Sin aviso previo? He trabajado en esta floristería dos años.-Lo siento, Kate.- le dijo la chica mientras le estiraba un girasolCon que eso era todo lo que le daban a uno luego de dos años fieles de trabajo.-pensó Kate- ¿Un girasol?-Espero puedas encontrar otro trabajo pronto- sonó apenada.Kate estaba furiosa, de hecho, ella sabia exactamente por donde Amanda se podía meter ese girasol.Dio media vuelta con la cabeza en alto como si así pudiera rescatar un poco de dignidad, y salió por la puerta sin mirar atrás.En medio de la ajetreada ciudad, ella tuvo que pestañar varias veces para disipar las lágrimas que
En ese momento a ella le paso por la cabeza la idea de salir huyendo de ese lugar, las probabilidades de escape eran altas considerando que ahora tenía la oportunidad de la distracción de aquella presentación. Sin embargo, una sensación nueva de intriga la unía al suelo.Kate..El la había llamado Kate... Pero, ¿Cómo? Ella jamás se lo dijo. Jamás le dijo su nombre. Eso quería decir que desde el primer momento que se le acerco, el sabia quien era ella. Entonces aquella invitación no había sido un error. El la conocía, pero lo que aún no sabía era… ¿de dónde?Cuando volvió a reunirse con aquel muchacho, la expresión de Kate era diferente.- Mentiste. -lo acuso. – lo hiciste para que entrara. Habías dicho que no necesitabas invitación para entrar.-Permíteme disculparme, si te has sentido engañada en algún momento Kate.-¿Cómo sabes mi nombre? ¿Quién eres tú?-En primer lugar, jamás mentí. Me preguntaste si yo tenia una invitación, a lo cual dije que no. Porque es cierto. No requiero de
-Kate.Una molesta voz se filtraba en su cabeza-Kate.Ella en su adormilamiento estaba totalmente dispuesta a ignorarlo-¡Kate despierta!- y entonces sintió un leve golpe en su cabeza-¡Auch!- sus manos viajan instintivamente hacia su frente.- ¿Me has dado un zape?-¿Por qué sigues durmiendo?- los ojos castaños de Gabriel la reciben con curiosidad-¿Sabes?-dice sentándose- tu no eres lo primero que uno quiere ver apenas se levanta.-¡Ja!- se burla el.-Ya quisieras. En realidad, tengo un rostro que parece haber sido esculpidos por los ángeles-Si, por ángeles caídos-¿Acaso eso no lo haría más hermoso aun? Una belleza rebelde.-No sabía que habías venido hasta aquí para hablar de tu cara.Nota como un peso nuevo se asienta en su cama -No realmente, venia a preguntar qué tal te había ido ayerAyer…Los sucesos del día anterior empezaron a llenar sus pensamientos, ella hubiera deseado que no fueran tantos.-¿Me estas escondiendo algo?- el tono acusador de Gabriel, y su mirada apacible l
-¿Qué estas haciendo que?- la voz de Gabriel iba cargada de desconcierto puro.-Ya te lo dije, empaco.La mano del chico se posa sobra la suya impidiendo que esta siga guardando otra prenda-Kate.- le habla serio-no puedes mudarte así de rápido.-¿Acaso no eras tu quien insistía que pensara aquella propuesta?-dijo, aunque para ser honesta consigo misma, no espera una respuesta. ¡Era una pregunta retórica!-¡Si!-soltó incrédulo.-Lo que no sabia era que parte del trato involucraba mudarte con él. Es decir, ¿Cómo puedas estar segura de que no sea un psicópata?-Lo conozco desde la infancia.- soltó ella con simpleza-Las personas cambian, -le aseguro.- ¿y que pasaría si… -el chico duda -si intentara algo en contra de tu voluntad?-¿Julian?- aquel pensamiento inundo la mente de Kate, para ella, la idea no podía parecerle de lo más absurda y ridícula. Julian, o al menos su Julian, aquel muchacho que había conocido en su infancia, jamás sería capaz de siquiera ponerle una sola mano encima a K