El día después, al despertar Aitana sintió la posguerra emocional de la noche anterior. Entre las copas, los bailes y las sorpresas, estaba hecha un desastre. Pero lo que más le molestaba, era haber tenido que soportar a ese engreído de Nick bailando muy acaramelado con su tía Verónica como si nada._ Maldito mujeriego, no le bastó acostarse conmigo, ahora también quiere hacerlo con mi tía _ dijo apretando los puños_ ¡Es un cretino desvergonzado! Había decenas de mujeres en la fiesta, pues él va y escoge a mi tía. Pobre Verónica, Ni siquiera sabe con quien se mete. Si, pobre e inocente Verónica. _ ¿Y si le cuento lo qué sucedió en Buenos Aires? _ dijo de pronto pensativa _ Hmmm no. Como es ella caería horrizada y posiblemente mis padres se terminarían enterando. Lo que menos quiero, es que más personas sepan que caí como una estúpida en los brazos de ese hombre. ¡Se sentía tan molesta! ¿Pero por qué? Había sido ella la primera que tomó distancia y luego pidió terminar con toda esa
Aitana esperaba a Dennis en su elegante auto deportivo blanco, el hombre salió a toda prisa a su encuentro. _ Bien, hoy serás mi hermosa guía de turismo _ le dijo apenas subió al auto _ espero que no tengamos horarios, porque me encantaría disfrutar de este paseo sin apuros. Ella emitió una gran sonrisa. _ Tranquilo Dennis, estoy decidida a ser buena anfitriona. Tengo la esperanza que la belleza de la ciudad te inspire para escribir otro libro _ dijo divertida _ el último me ha dejado con ganas de leer más... ¿No crees que “Fénix” merece un final feliz con “Gerson”? _ le dijo Aitana haciendo referencia a los personajes del libro de Dennis. Dennis se echó a reír, Aitana no mentía al decir que era una real fanática de sus libros. _ Al final, has resultado una gran romántica _ le dijo el escritor burlándose _ ¿Realmente quieres eso? ¿No te conformas con que cada uno haga su vida? Ella carcajeó. _ ¡No estoy hablando de mi Dennis, solo me gustaría que ellos se quedaran juntos de una
Nick Turner apenas podía creer lo que la recepcionista le estaba diciendo. _ ¡¿Quién?! _ exclamó incrédulo _ ¡No, debe haber una equivocación! La mujer sonrió. _ No señor, no es ninguna equivocación. La señorita Aitana De Santis, está aquí y quiere verlo _ la mujer respiró hondo _ ¡le dije que usted no quiere ser molestado, pero ella insiste en verlo! Es por eso por lo que me atrevo a molestarlo.Nick revoleo los ojos y se los fregó suavemente. _ ¿Y ahora que quiere esta mujer? ¿No piensa dejarme en paz? _ se quejó muy molesto _ ¿Acaso se aburrió de mi hermanito? Ella le había dejado muy en claro que no le interesaba en absoluto tener algo con él, por ende, suponía que era algo importante. _ Déjala subir _ le ordenó secamente. La recepcionista obedeció. _ Dice el señor Turner que puede subir, es en la suite presidencial, el botones la acompañará _ le dijo indicando el ascensor privado por donde debía subir. Ella asintió y subió. Estaba tan nerviosa que retorcía con sus manos
Sentir a Aitana contra su pecho le provocó miles de emociones a Nick, en ese momento pensó que hubiese preferido seguir discutiendo con ella que eso. Tenerla así, era como poseer el detonador de una bomba en sus manos. Se preguntó como diablos haría para seguir adelante con todo eso, cuando era evidente que ya entre ellos existía algo más que un simple encuentro sexual del pasado. La abrazó y le dio un beso en la cabeza. _ Cometí un error al haber venido, lo sé ... lo sé muy bien _ musitó ella sin despegarse del pecho masculino _ Pero no quería que regresaras a Nueva York, sin hablar contigo. Simplemente no lo creía justo, porque quizás a ti te haya parecido una tontería el hecho de guardar algo mío, pero para mí tiene un valor incalculable. El la separó un poco para mirarla a los ojos. _ Sé que no crees nada de lo que te digo, pero todo lo que te he dicho ha sido verdad _ le dijo con voz ronca _ Eres una mujer fuera de serie y el hombre que te tenga, será muy afortunado aún si e
Había pasado un mes de la partida de Nick hacia Nueva York, desde de aquella noche en la que habían estado juntos, Aitana no había tenido ni una sola noticia de él. Esa noche después de hablar, ella se retiró del hotel con un vacío aplastante en su pecho. Se fue de allí creyendo que, para él, sería solo un trámite, olvidarla. Porque si no, ¿Por qué la animaría a relacionarse con otros hombres? La traición y el desengaño que había sufrido seguían haciendo estragos en ella, no confiaba ni creía en ningún hombre y mucho menos en Nick. O quizás usaba esa excusa para mantener su mente fría y no sufrir, se había jurado nunca más llorar por un hombre. Y no lo haría. Además, había surgido otra situación que la llevaba a detestar a Nick. El hombre estaba cumpliendo a rajatabla con lo que le había dicho: Desaparecer completamente para que cada uno pudiera seguir con su vida. Así que ella había decidido hacer lo mismo, si él podía hacerlo, ella también lo haría. Habían encontrado con Jul
Verónica miraba detenida y silenciosamente a Lautaro mientras tomaba el té. A pesar de que él la ignoraba, el interés de ella por él no cejaba, al contrario, sentía que amaba a ese hombre con más intensidad que nunca._ ¿No piensas hablarme Lautaro? _ le dijo ella sonriendo _ ¿Por qué me sigues ignorando? Han pasado tantos años de aquella vez... ¿Hasta cuándo me vas a castigar por eso? El hombre la miró con furia y se incorporó enérgicamente del sillón. _ ¡Eres una desvergonzada Verónica! _ le dijo con desprecio _ ¡Me importa una mierda los años que hayan pasado! ¡Te metiste en mi cama aprovechando la ausencia de tu hermana! ¿Te parece poco? ... Si Julieta supiera lo que intentaste hacer, se moriría del dolor... así que no, no lo olvidaré ni te lo perdonaré.Verónica apretó los labios tratando de contener su furia y frustración. ¿Tan difícil era para él entender que lo amaba con locura? ¿Qué si él le daba una oportunidad, ella enfrentaría al mismo demonio por su amor?Pero no, él p
Si había alguien con el don de la oportunidad, esa era Verónica. El día del ultimo encuentro entre Aitana y Nick, ella estaba en el hotel. Como el magnate parecía haber demostrado un especial interés en su sobrina, y prácticamente la había ignorado a ella, tomó la decisión de ir a buscarlo a su hotel. Quizás y con un golpe de suerte, el hombre accedería a verla, y ella utilizando sus técnicas de seducción, podría conquistarlo. Porque era como una ley en su vida: Todo lo que tenía Aitana, lo quería para ella y si había algo que le afectara a Julieta o a Lautaro, a Verónica la haría inmensamente feliz. Extrañamente, con su sobrino era totalmente distinta, a él lo quería y mucho, quizás la explicación mas certera era que Lucas era el vivo retrato de su padre no solo físicamente sino también, en su carácter. Tenia una mentalidad tan retorcida que daba miedo. Aquella tarde casi noche, ella estaba en el vestíbulo y vio a su sobrina entrar e ir directamente hacia la recepción. Se escondi
Dennis Porter sonreía divertido mientras sus padres lo miraban estupefactos mientras él le contaba de sus próximos planes. _ Podría decir que me sorprende tu decisión, pero la realidad es que no. Siempre has sido un alma libre _ dijo su madre sonriendo _ jamás te ha gustado estar encerrado y mucho menos establecerte en un lugar, me había ilusionado que por fin te quedarás aquí, pero parece que no será así. Ahora, ¿Madrid? ... me llama la atención la elección del lugar. El se recostó contra el respaldo y sonrió con cierta picardía, sus ojos tenían un brillo especial. _ Me encanta Madrid, la he visitado todo en ella me ha gustado y me he sentido muy cómodo. Creo que es el ambiente justo para comenzar a escribir mi próximo libro así que pienso quedarme por un buen tiempo, es más yo diría que me voy a quedar por tiempo indefinido. Richard que se mantenía callado y cruzado de brazos, cambio de postura echándose hacia adelante para mirar bien a su hijo. _ Hum, ¡¿Por qué me da la sensac