Capítulo 631
Sofía reflexionó un buen rato, de todos modos, no tenía a dónde ir mañana, así que Rivas era una opción no tan mala.

Pero luego, no pudo evitar sonreír amargamente. Lo que realmente ella quería era ver a Simón; todo lo demás era solo una pequeña excusa que se ponía a sí misma.

...

Al mediodía del día siguiente.

Simón salió de su meditación, se levantó, condujo su coche y se dirigió solo hacia Rivas.

Al llegar al estacionamiento fuera de Rivas, este ya estaba lleno de varios tipos de vehículos, y era muy difícil encontrar lugar donde estacionar.

Después de mucho esfuerzo, Simón encontró un espacio y estacionó, sin esperar a ubicarse bien, cuando detrás de él llegó un Maserati Quattroporte, y de él bajó un hombre gritando: —Este lugar es mío.

Simón salió de inmediato del coche y miró al hombre, no lo conocía, y, además, el auto tenía placas de otro estado. Dijo: —Señor, yo llegué primero, lo siento.

En ese momento, bajaron del coche dos chicas, ambas de poco más de veinte años, con cuerp
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