Hola chicas 💚 No se me desesperen, la novela NO tendrá NINGÚN alargue. Está en sus últimos capítulos como dije antes, quedan 3 o 4 para el final. Gracias por tu apoyo 🌹🤗
Dentro de la bodega. Madeline, con su porte altivo y mirada gélida, observaba a los hombres de Marco, que permanecían alertas. Los pasos resonaron en la distancia, y todos giraron la vista. Antonio entró al lugar, serio y con la mandíbula tensa. A su lado, Cassandra Brenaman, que intentaba mantener la compostura, pero sus ojos delataban el miedo que sentía. Al verla, Madeline sonrió con altivez y levantó una mano, haciendo un gesto a los hombres de Marco. —Tráiganlos —ordenó con voz firme, rompiendo el silencio. Dos de los hombres de Marco desaparecieron por una puerta lateral. Cassandra, al escuchar esto, sintió que el aire le faltaba, su respiración se volvió inconstante, su corazón golpeaba con fuerza en su pecho como si quisiera salirse, pensaba que caería de rodillas perdiendo la fuerza de sus piernas. —¿Qué… qué estás haciendo….? ¿Por qué te fuiste con Marco?, habíamos negociado… y…. —reclamó Cassandra con un hilo de voz, mirando a Madeline con furia y temor. La mujer
—Entrega a Cassandra —exigió el hombre, que no se molestó en disimular la amenaza en su tono, sus ojos fríos no se apartaban de Madeline. Cassandra forcejeó con más fuerza, sus movimientos desesperados solo aumentaban la presión en el agarre de Madeline. —¡No me entregues! ¡Por favor! —gritó Cassandra, con lágrimas comenzando a correr por sus mejillas. —¡Cállate y quédate quieta! —Madeline mostró con furia los dientes, pero sin soltarla, alzó su arma en segundos y… Antes de que el hombre pudiera reaccionar… Disparó. El estruendo del disparo resonó en el aire, y el cuerpo del hombre cayó pesadamente al suelo. POF~ Cassandra se quedó paralizada, totalmente en shock, miró el cuerpo en el suelo y luego a Madeline, horrorizada. —¡Sube al auto! —ordenó Madeline que tenía las manos temblorosas. Cassandra no avanzaba, pero ella le dio un pequeño empujón. —¡QUÉ SUBAS AL MALDITO AUTO! —¡¡LO MATASTE!! ¡¡¡ES… ESTÁS LOCA!!! —gritó Cassandra desesperada. —¡Te dije que subas al
Cassandra sintió que el mundo se detenía. ¡Las palabras de Marco eran como una daga que se clavaba en su corazón! Recordó lo que Madeline le había dicho en el camino: «No es momento de sufrir o llorar. Ya que te metiste en todo esto, solo tienes una elección: Marco o Angelo. Ahora solo tú puedes hacer algo.» Sus dedos temblaron al recordar el arma que Madeline le había dado, ahora oculta bajo su ropa. Marco se giró hacia Angelo, levantando el cuchillo con calma, disfrutando de cada segundo que lo torturaba física y mentalmente. —¿Últimas palabras, primito? —preguntó, inclinándose ligeramente hacia él. Angelo levantó la cabeza con esfuerzo y vio tras Marco a Cassandra con el arma. La voz del señor Fiorentino fue un susurro frío: —Que el infierno te consuma, Marco. Marco soltó una carcajada, pero el sonido fue interrumpido por un disparo. ¡BAM! Cassandra había sacado el arma y con las manos temblorosas, había apretado el gatillo… El impacto hizo que Marco cayera hacia
♡♡♡ UN AÑO MÁS TARDE. ♡♡♡ ……………………………………………………………. La mujer rubia se encontraba de pie frente a los largos espejos, su cabellera larga adornada con pequeñas flores blancas como si fuesen estrellas, sus labios pintados de un brillante rosa pálido acompañaban un maquillaje sencillo y natural. Su vestido de novia escotado en corazón y con una sensual abertura en V larga en su espalda, iba ajustado resaltando sus deliciosas curvas y cayendo con elegancia. —Te ves preciosa, Cassi —dijo Francesca, en un tono animado. Cassandra sonrió tímidamente, sus manos jugueteaban nerviosas con la tela del vestido. —¿En serio? Siento que todavía no he recuperado completamente mi figura… Francesca soltó una pequeña risa, llena de ternura. —¡Qué tonterías dices! Te ves absolutamente radiante. Estoy segura de que Angelo quedará sin palabras. Si supieras cómo habla de ti cuando no estás cerca. Ese hombre te adora. Cassandra sintió que el calor subía por sus mejillas. Mientras Francesca salía
Y ahora sí… 🤩 Me complace anunciarles que la novela: "Contrato De Amante Con Mi Ex. ¡Recuperaré A Mis Gemelas!" ¡LLEGÓ A SU FINAL! 🥂🍾🥳🎊 Agradezco por el apoyo estos cuatro meses con esta historia. Por cada comentario positivo y cada crítica constructiva. Saben que siempre las leo y me tomo muy en serio sus opiniones para seguir mejorando. 🥰 También hago un agradecimiento especial a mi querida editora, que como siempre, me guía y ayuda con su profesionalismo para traerles historias de amor interesantes. 😊🌹 En esta ocasión, quise hacer una historia más intensa, más fuerte y un poco diferente a lo que habitualmente escribo. Espero les haya gustado, como a mí me gustó escribir y planearla jaja Por fin Cassandra y Angelo Fiorentino, serán felices junto a sus hijos. 💚 Finalmente, acostumbro a "premiar" a mis lectores que apoyaron bastante una historia, haciendo todos los especiales que me pidan, respecto a cualquier personaje, evento o duda que tengan. En los próximo
✧✧✧ Cuatro años atrás. ✧✧ —¡POR FAVOR!… ¡AYÚDENME! ¡AYUDEN A MIS BEBÉS! La enfermería en esa prisión de Miami era un lugar frío y desolado. Sin embargo, ese día en particular, estaba sumergido en un ambiente tenso. Cassandra Brenaman, con su gran barriga de embarazo, se retorcía en la camilla, el dolor la atravesaba como cuchillas afiladas por todo su delgado y frágil cuerpo. —¡AAAAAH, DIOS! ¡¡AAAY!! —gritaba con su rostro rojo, el sudor presente recorriendo su cuerpo tembloroso. La angustia se adueñaba de ella, mientras las contracciones la sacudían, cada una más intensa que la anterior. —¡¡¡SOCORRO!!! De repente, la puerta se abrió y un grupo de médicos, vestidos con batas blancas y con un aire de autoridad, entraron en la enfermería. No eran del personal de la prisión; venían de parte del temido y respetado, señor Fiorentino. Sin tiempo que perder, comenzaron a preparar el equipo mientras Cassandra, con el rostro empapado en sudor y lágrimas, se aferraba a las sá
✧✧✧ En la actualidad. ✧✧✧ —Cassandra Brenaman —se escuchó la voz de la guarda en la prisión. —Felicidades, niña, por fin has demostrado tu inocencia, aunque sólo un año antes. —se despidió la única amiga que había hecho en prisión. —Gracias —dijo agradecida, tomando la mano de esa mujer—. Gracias por cuidar siempre de mí, no sé cómo habría sobrevivido a este infierno sin ti. —Recuerda hacer pagar a ese maldito miserable, por cómo te jodió cuatro putos años. —¡Lo haré! ¡Recuperaré a mis gemelas! Te lo juro —exclamó Cassandra, con un brillo de determinación en sus ojos dorados. Las rejas se abrieron y de inmediato la escoltaron fuera de ese sector. Había llegado el día en que sería absuelta por los crímenes que la sentenciaron y que ella… ¡¡JAMÁS COMETIÓ!! …….. —Se ha comprobado que usted es inocente, señorita Brenaman. Felicidades, hoy ha recuperado su libertad —sonrió la encargada de la prisión, entregándole una caja con las pertenencias que le fueron de
Casandra abrió sus ojos lentamente, sintiéndose aturdida. Cuando intentó mover su cuerpo, se percató que estaba atada en esa incómoda silla, de inmediato observó sus alrededores mientras parpadeaba varias veces… ¡Quedó petrificada en ese instante! La oficina del CEO Angelo Fiorentino, lucía como si fuese un monumento a su ego: paredes cubiertas de cuadros brillantes que lo mostraban en ceremonias de premiación, su sonrisa arrogante se plasmaba de manera eterna en cada fotografía. Trofeos que relucían en estantes, títulos y diplomas que colgaban con orgullo. "No… No puedo quedarme aquí…" Pensó ella entrando en pánico. Miró por las ventanas, donde la noche ya se mostraba… ¡No había tiempo que perder!, con todas sus fuerzas, comenzó a forcejear contra las sogas que le ataban las muñecas y los tobillos. Un acto inútil, y ante sus bruscos movimientos… ¡PUM! ¡Cayó al suelo con todo y silla!, justo en ese instante, escuchó unos sonidos provenir de la distancia. ¡ALGUIEN