Capítulo 7
Recuerdos.
Ezio dubois.
La primera vez que tuve problemas con mi condición, fue cuando me reintegré en la escuela, muchos de mis compañeros de clases tenían la bonita costumbre de esconder mi bastón, también me encerraban en las aulas de clases después de que las mismas terminaban, una vez lo hicieron y nadie se dio cuenta, así que pasé la noche en la escuela. Mamá casi se infarta, cuando no regresé a casa.
Se supone que yo quería seguir siendo un chico normal, pero lamentablemente las personas de mi entorno, no podían comprender eso. A veces somos capaces de hacer tanto daño, de fracturar a una persona con palabras, acciones y de eso es muy difícil recuperarse.
Desde ese día, mi madre no me permitió ir más a la escuela, empezó a contratar tutores que fueran a nuestra casa, gastó una fortuna en eso, y a pesar de todo reproche que yo haya hecho, ella lo ignoró.
Supongo que quería protegerme, y siempre lo ha querido hacer, sin embargo, lo único que provoca con su hostigante forma de ser, es que me sienta como en una prisión.
Odio que haga eso, siempre me trata como si yo fuera a romperme, y eso me hace sentir inútil. Sé que no soy igual a los otros, eso lo comprendo, pero tampoco soy un vaso de cristal que apenas toque el suelo, se va a romper.
Muchos, al saber que soy ciego, me tratan de esa manera, y no me siento cómodo con eso, supongo que a nadie le gustaría que las personas sientan lástima por ellos. La sociedad tiene un mal pensamiento respecto a todas las personas con discapacidad, yo desde que me ocurrió está situación, entendí lo que realmente es ser diferente.
Y comprendo totalmente, a cualquier otra persona que atraviesa por una situación similar a la mía, no nos queremos sentir señalados, ni tampoco que nos tengan lástima, es un error clásico de la sociedad. (Oh, un ciego... Tengamos lástima por él)
Eso no me va a quitar lo ciego, es lo que siempre pienso, cuando tratas de hacer sentir a una persona que es frágil, únicamente le dices que no es capaz de hacer nada por sí misma, y eso es lo peor que puede ocurrirle a un ser humano, si nos quitan la capacidad de ser autosuficientes, se llevan una parte importante de nuestras vidas.
—Todo lo que me ha ocurrido desde que perdí la vista, ha sido un camino largo, realmente no es fácil, pero trato de adaptarme y tomarlo con humor. De esa manera nadie puede herirme—. Expreso esas palabras con la mayor tranquilidad, ella se queda en silencio, para responder con un toque de tristeza en su voz.
—Comprendo su punto, la verdad, el ser humano suele ser muy cruel, y más si están en la edad de la pubertad.
—Yo no siento odio por esos chicos, de hecho. Ellos me dieron una gran lección, que si caigo mil veces, entonces me voy a levantar dos mil.
—Eso es admirable—. Expresa ella con sinceridad.
—Ah, se me había olvidado... Le dije que le iba a contar como perdí la vista.
Flashback.
—El día está muy tranquilo, ¿verdad papá?—. Mi padre y yo estamos en un pequeño bote, en un lago al sur de la ciudad, tenemos por costumbre ir todos los domingos a pescar en este bonito y tranquilo lago. Por lo general es muy concurrido, en primavera, sin embargo, desde hace un tiempo las personas han preferido más ir a una playa, que pescar.
Lo que nos deja a mi padre, y a mí un espacio tranquilo donde pasar un rato agradable. Desde que tengo uso de razón, él me trae a este lago, disfrutamos compartiendo como padre e hijo, él siempre me cuenta anécdotas de sí juventud, también de como conoció a mi madre, y el día que nací.
Amo escuchar cada una de sus aburridas historias, son parte de nuestra relación como padre e hijo.
En un día tranquilo y bonito, no queda más que disfrutar del paisaje y silencio agradable de la naturaleza, ambos estamos sosteniendo nuestras cañas de pescar, esperando atrapar algo.
Al no picar nada luego de tres horas, papá decide que es hora de irnos. Al salir del lago la lluvia comenzó, corrimos a recoger todo, para entrar al auto, papá empezó a conducir de vuelta a casa, el pavimento estaba resbaloso y era sumamente peligroso.
Mi padre iba con cuidado, pero un pequeño momento de distracción, cambió todo... Una Luz muy brillante apareció en una curva cerrada, mi padre se da cuenta de que es un camión, gira el volante todo a la izquierda, ahí empezamos a dar vueltas en un pequeño pastizal hasta chocar con un árbol.
Mi padre atraviesa el vidrio, del parabrisas, cae tres metros fuera del auto, yo he quedado en el auto, mi pierna se fracturó al igual que mi brazo, tengo los ojos cerrados apretando con fuerza, quedo inconsciente sin saber que ocurrió luego de todo eso.
Despierto en un hospital, sin embargo, siento mis ojos abrirse, pero no puedo ver nada.
Entro en pánico, gritando una y otra vez que no puedo ver. Mamá llama al médico que me analiza, sin dar con un diagnóstico exacto, me envían a hacerme exámenes para saber lo que ocurre.
Todos los doctores que me revisaron en el país, y fuera también llegaron al mismo punto, yo perdí la vista por un evento traumático. En ese tiempo tenía solo 12 años.
Fin del Flashback.
—Eso fue lo que ocurrió, no puedo explicar que tengo exactamente, porque ni siquiera los médicos saben, yo perdí a mi padre ese día, y también perdí la vista, ¿Que cruel puede ser la vida a veces verdad?— Ella está en silencio, siendo honesto no puedo verla, pero debe tener esa expresión de cuando algo te da mucha tristeza, aprendí a imaginar las caras que puede hacer una persona, y los estados de ánimo que alguien pueda tener.
—Yo...—. Se aclara la garganta y prosigue — También perdí a mi padre, pero no fue un accidente, él se suicidó. Sufría de depresión.
—Oh, lo siento mucho.
—No, fue hace mucho tiempo, y aunque todavía lo extraño, ya no me afecta tanto. —La entiendo, es difícil vivir con la idea de que no veremos a esa persona que amamos, y bueno, en mi caso es literal, pero ¿Puedo saber la razón? Digo, su ¿padre siempre estaba deprimido?
—Bueno, mi madre lo conoció en su consultorio, ella era psicóloga, sé que suena poco ético, mi madre se enamoró de un paciente y por ese error perdió su trabajo y credibilidad como profesional, sin embargo, ellos se amaban mucho. Mi padre tenía problemas y decido visitar al psicólogo, resultó siendo mi madre y todo ocurrió muy rápido, luego de eso ellos decidieron casarse y finalmente, nos tuvieron a nosotras—. Hace una pausa, creo que está tomando vino, y prosigue.
—Mi madre siempre quiso ayudar a mi padre para que pudiera mejorar, pero lo de él, no tenía cura. Su trastorno bipolar era muy severo, y tomaba antidepresivos, por eso terminó decayendo cada vez más, hasta que decidió quitarse la vida—. Vuelve a aclarar su garganta, yo comprendo que hablar de eso la hace sentir triste, así que cambio el tema para no agobiarla.
—Lamento obligarla a hablar de esto, mejor hablemos de otra cosa, algo menos triste—. Ella ríe un poco para responder de manera afirmativa.
— Sí, la verdad hablar de cosas triste no es mi fuerte, aunque me alegra haberle contado, así podrá conocer un poco más de mi familia y yo ahora conozco de su pasado.
—En eso sí está en lo correcto, la verdad, a veces cosas como estas, nos unen como seres humanos, y bueno, cambiando de tema, me dijo que le gusta tocar el piano, ¿Cierto?
—Ah, sí. No soy tan buena, pero me defiendo.
—Eso lo vamos a comprobar, me encantaría llevarla a casa para probar su talento en mi piano, ¿Le parece?
—Me encantaría—. Yo le dedico una sonrisa, y luego de esa conversación, llega nuestra cena.
Un filet de salmón bañado en salsa agridulce, al terminar de comer, traen el postre que son higos en almíbar, nos deleitamos con ese delicioso postres para hablar un rato más. Finalmente, decido que quiero llevarla a casa, estoy ansioso por escucharla, tocar piano.
Ambos caminamos a la salida, ella me guía de manera sutil, sé que lo hace con mucha amabilidad, y no quiere hacerme sentir como si yo no pudiera por mi mismo, lo sé, por el hecho de que reconozco ese sentimiento en las personas. Subimos al auto, para indicar al chófer que nos lleve a casa.
—Y bien, ¿qué pieza le gusta en el piano?— Pregunto lleno de curiosidad.
—Oh, eso es una excelente pregunta, para ser honesta hay una en especial. Es nuvole bianche, tiene notas perfectas en mi opinión.
—¡Wow! Me sorprende, esa es una pieza muy bonita, y siendo honesto no puedo refutar—. Redondo con sinceridad, ya que esta mujer sabe lo que es música realmente. Cuando llegamos a casa, yo la guío hasta adentro, este lugar lo sé de memoria, aunque a veces se me pasan algunas cosas, y termino tropezando col uno que otro mueble, pero no es nada de morir.
Pasamos la sala, porque es lo principal en la casa, cruzo a la derecha 10 pasos exactamente, luego a la izquierda otros 5 pasos y finalmente, llegamos al piano.
Que está justo al lado de las escaleras. Levanto la pequeña tablita delicada que protege las teclas del piano, para luego sentarme, le soy unos golpecitos a la butaca, para que ella se siente a mi lado, no sé si lo piensa, pero demora unos pocos segundos, hasta que logra hacerlo.
—Bien, vamos a escuchar a esta maestra en el piano—. Expreso sonriente.
—Oh, no, no... No tenga tantas expectativas de mí, yo soy únicamente una novata.
—Bien, entonces ambos somos novatos y vamos a aprender esta noche, ¿Le parece?
—Yo estaré encantada— Vuelvo a sonreír, para hacer una seña con mi mano, de que puede iniciar.
Capítulo 8Un momento único. True Jason. Mis dedos se desplazan por las teclas del piano, siento la melodía en lo más profundo de mi ser, es como si fuera una sola con esta pieza de arte musical. Por eso, amo la música, te transporta a otro lugar donde nada más eres tú con el instrumento y la melodía. Estoy tan inspirada, que por un momento olvido que estoy al lado de Ezio, luego siento sus manos unirse a la estrofa de la pieza que estoy tocando, lo miro tocar el piano como todo un profesional, y siento que es la persona más increíble que haya conocido jamás. Es tan hermoso apreciar el talento que posee este hombre, además de su destreza al mover sus dedos, sin necesidad de ver las teclas, ya sabe de memoria las notas y únicamente sigue la melodía. Algo bastante difícil para los músicos es tocar solo guiándose por una melodía, sin embargo, él ha desarrollado un oído muy afinado con el que sigue cualquier sonido volviéndolo música. Ambos tocamos dejando el alma en ese piano, y po
Capítulo 9 Vivencias. Ezio dubois. Flashback. —Oh, ¿Pero qué tenemos aquí? Es nada más y nada menos, que el chico ciego...—. La voz de Michael era lo que más temía en todo el mundo, ese chico podía ser extremadamente cruel, yo trataba de ignorar sus palabras, pero no podía negar que muchas veces me afectaban. Esos días de escuela fueron los más difíciles, luego del fallecimiento de papá. —Michael, ya déjame por favor, le diré a la directora—. Reprocho, con la esperanza de que me deje en paz, sin embargo, eso empeora las cosas. Siento su mano sostener el cuello de mi camisa, para levantarme, haciéndome quedar los pies separados del suelo. —¿Qué dijiste estúpido ciego idiota?—. Entro en pánico, trato de arreglar la situación, pero ya es tarde. —Por favor, Michael, déjame ir y no le diré a nadie. Solamente deja que me vaya—. Digo en un tono de súplica, él únicamente se ríe y siento cuando suelta mi camisa para dejarme caer en el suelo, caigo como saco de papas, él me quita mi bolso
Capítulo 10 Una nueva invitación. Ezio dubois. En la vida no ser comprendido, no es algo de morir. ¿Saben que es triste? Ser alguien común, por eso me he adaptado a mi discapacidad. Es maravilloso saber que soy diferente, y de eso puedo aprender todos los días. Por esa razón vivo cada día al máximo, sabiendo que puedo disfrutar la vida de una manera en la que aún estando a oscuras, tengo otras capacidades que me hacen disfrutar mucho más lo hermoso de estar vivo. Por eso tomé la decisión, de hacer algo positivo con esto que me ocurrió, y cada sábado en la tarde voy a una fundación para jóvenes con discapacidad, ahí no solo hay personas con la misma condición que yo padezco, también se encuentran chicos que han sufrido accidentes perdiendo algo miembro del cuerpo, otros con autismo y muchos casos más que ha sido maravilloso para mí conocer. La razón por la que decidí ser parte de esa fundación, es porque muchos de esos jóvenes atraviesan la misma situación que yo pasé cuando tení
Capítulo 11.Sintiendo algo más. True Jason. Me siento tan avergonzada, por el comportamiento de sue, siendo honesta, a veces la quiero desaparecer. Odio que sea tan entrometida, y aunque la quiero, cosas como estas, me hacen odiarla por momentos. Trato de pensar que decirle a ezio, pero él se nota tan desinteresado por lo ocurrido, yo me disculpo por el comportamiento de mi hermana, sin embargo, él le resta importancia. Decido cambiar el tema de conversación, para tratar de olvidar esa escena, ya me arreglaré con sue luego... —Perdona que sea entrometida, pero... ¿Puedo saber a dónde iremos?—. Él sonríe de manera pícara, para responder. —Es una sorpresa—. Cierro mis ojos a medias astas, intento pensar en un lugar, pero nada se me ocurre. Además, él me dijo que no sería algo formal. Eso puede darme una pequeña pista. Subimos al auto, y durante todo el trayecto empiezo a hacer preguntas para adivinar. —¿Es un parque?— Niega sonriendo, yo hincho mi labio inferior, me cruzo de bra
Capítulo 12Adelantarse a los acontecimientos True Jason. Su sonrisa es hipnotizante, mirarlo ahí sentado, charlando con los niños, me hace desarrollar una clase de sentimientos tan inexplicables por ezio. No logro comprender como puede alguien ser tan perfecto, y eso es lo que me deja totalmente embelesada por él, sigo observando sin darme cuenta de que alguien está, a mi lado, al notar la presencia de esa persona, giro mi cabeza dándome cuenta de que es grecia, ella mira en dirección a donde se encuentra ezio con los niños, sin verme al rostro expresa de manera relajada. — Él es una persona maravillosa, eres afortunada...—. La miro levantando una ceja, por ahora me siento confundida, por el hecho de que ella diga esas palabras, yo tengo presente lo que realmente es, ezio, sin embargo. Que ella exprese la palabra "tienes suerte" no creo que lo diga por decirlo. Decido que es momento de confrontarla para saber si hay un trasfondo de todo esto. —¿Te gusta ezio?—. Ella suelta un su
Capítulo 13 Ansiedad. True Jason. Regresamos a mi casa, ezio me dejó en la puerta con todo un caballero. La verdad, me siento como si flotara en las nubes, me despido de él dejando un beso en su mejilla. Aunque dentro de mí, muero de ganas por darle un beso en los labios. Este hombre despierta los sentimientos más puros en todo mi ser, me hace sentir cosas que no puedo explicar con palabras, es como una tormenta de emociones donde todo aflora y me golpea con fuerza dejándome absorta. Entro a mi casa, por supuesto que sue espera adentro, la veo en el sofá de mi sala viendo la televisión. Ella se levanta de forma automática al verme, sé que muere de ganas por saber lo que ocurrió, pero ni loca le diré. Quiero que se quede con la curiosidad... Pero, por otra parte, si debo comentarle sobre el asunto del fin de semana en California. De esa manera no la voy a tomar por sorpresa cuando le diga. —¿Y?— Pregunta con toda curiosidad, yo la miro con despreocupación. —¿y qué?— Entrecierra
Capítulo 14 Laguna beach.Sue Jason. —¡Diablos Sue, apúrate, vamos a llegar tarde!— La voz de mi hermana True me llama con tono precipitado y un atisbo de enojo. Termino de arreglarme tomado mi bolso de mano donde están todas mis pertenencias, ya estoy lista para ese fin de semana en California. De solo pensarlo me lleno de emoción, la verdad es momento de un cambio en ni rutina. Además, debí huir de cierto idiota que me está acosando, algunos. No saben lo que es aventura de una noche, por lo general cuando tengo esas salidas ocasionales con algún hombre que conozco, terminan en sexo de una noche y luego no los vuelvo a ver, a pesar de que prometo volver a llamarlos, jamás lo hago. Es una costumbre arraigada que no he podido dejar, por esa razón no ejerzo mi carrera, soy una psicóloca... Como dice mi hermana, es que siendo honesta si estoy mal de la cabeza, y probablemente escogí mal ni carrera. Por eso admiro tanto a mi hermana, ella es tan tranquila, y a pesar de que ambas pad
Capítulo 15 Siguiente paso.True Jason. —Por qué no juegas voleibol con ellos?— Pregunta ezio con ese tono curioso que lo caracteriza, yo miro a los chicos que da saltos y golpean el balón por encima de la malla, mi hermana Sue ha hecho equipo con Lois, y crisol con su novio Antonio. Los observo con detenimiento y para ser honesta ambos equipos son bastante buenos, van a empate y ninguno parece ceder para perder el juego. Mi hermana tiene la oportunidad de servir, y da un perfecto golpe seco que envía disparado el balón al otro lado de la cancha, crisol la recibe con gracia en el aire. Dando un salto bastante razonable para su tamaño y contextura, su mano derecha remata para hacer un punto, pero no puede cantar victoria antes de tiempo, ya que Lois mete su pie para salvar el balón y lo deja en el aire, y Sue aprovecha para lanzar un remate a sus contrincantes. Es una lucha de equipos que yo jamás podría hacer, siempre he sido mala para los deportes, no tengo gracia como mi herma