Junto a Maxine había un hombre de aspecto muy joven que vestía un traje rojo oscuro y aretes con joyas. Cuando él miró a los demás, solo había una pizca de sonrisa en sus ojos en forma de pétalo. Sus labios se curvaron en una sonrisa malvada, y parecía uno de esos tipos ricos y poco convencionales.
Como si sintiera la mirada de Janet, él volteó la cabeza y miró en su dirección.
Junto con él, Joel también miró.
Cuando Joel vio a Janet, la alegría de ver a una vieja conocida cruzó por su rostro.
Janet levantó su copa desde la distancia, indicándole que debía seguir cumpliendo con sus deberes sociales. No había necesidad de que se acercara a ella.
En ese momento, Luna apareció con el Presidente Harrison Graham del brazo. Al instante, esto llamó mucho la atención.
Luna llevaba un vestido morado. Se veía serena, noble y relajada. Con su padre guiándola, se mezcló con los peces gordos de una manera que no era ni autoritaria ni tímida.
No era difícil ver que Harrison había criado delib