Capítulo 930
¿Cómo podría Alexander encontrar tranquilidad cuando Lily estaba en este estado? Él insistió:

—No, aunque no sea nada grave, necesito llevarte al hospital. ¡Veamos al médico de inmediato!

Su determinación era algo intimidante y no había lugar para la negociación. Además, dado su estado debilitado, la levantó y se dirigió rápidamente al hospital. La metió en el coche y se dirigió rápidamente al centro médico.

Lily ocupaba el asiento del pasajero, sin fuerzas para entablar una conversación. Todo lo que deseaba era una buena noche de sueño.

Levantando los párpados de mala gana, observó que Alexander arrancaba el coche desde el asiento del conductor.

—Estoy bien. Sólo quiero tomar una siesta. Ya mencioné que no quiero ir al hospital —pronunció en medio de su tos.

—¡Cállate! ¡No hables! —replicó Alexander, con el rostro oscuro y amenazador, indicando su propio deterioro.

Entregándole una botella de agua, le aconsejó:

—Bebe más agua y habla menos. ¡Estaremos allí pronto!

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