Cuando Nathaniel salió de la sala de interrogatorios, su mirada se centró en Damian, que estaba sentado cerca. Damian rápidamente se puso de pie, su ira era palpable.

—¡Has engañado a mi familia y te has burlado de mí, sinvergüenza!

Nathaniel respondió con un tono condescendiente:

—Permíteme darte un consejo, tonto ingenuo. Piénsalo dos veces antes de lanzar acusaciones infundadas. ¿Cómo, puedo preguntar, me he burlado de ti? Si no recuerdo mal, fuiste tú quien Denunció a su hermana a la policía.

—¡Ah, gente como ustedes incluso está dispuesta a presentar cargos contra sus propios parientes, y ahora dirigen sus acusaciones difamatorias contra mí! Oficiales, les imploro que lleven a cabo una investigación exhaustiva sobre este hombre. ¡Podría haber algo gravemente mal con él!

Nathaniel no pudo contener su satisfacción. Si bien el intento de suicidio de Joseph interrumpió brevemente sus planes, en gran medida no se dejó intimidar.

—Incluso si se arrojara de un edificio y