Alexander se quedó sin habla, no por lo que había dicho, sino por la forma en que su cuerpo se movía al hablar. Luchó por sentarse mientras la abrazaba por la cintura y colocaba su cara contra sus abdominales.

—¡Estoy tan cansado!

—¿Era esto lo que querían decir con el cuerpo siendo el más honesto? —Alexander se preguntó.

Todavía tenía los pantalones puestos mientras se paraba rígido pensando: “¿Debería seguir su señal o simplemente escucharla y dejarla descansar?”.

Lo siguiente que supo fue que Lily tenía su mano en sus abdominales y se movía hacia abajo —¡Tan fuerte!

¡Alexander estaba excitado ahora, por lo que hizo que el culpable asumiera la responsabilidad de hacerle esto!

Sin dudarlo, sus hormonas lo superaron y procedió a acostarse encima de ella. Él tomó sus manos traviesas y dijo:

—Hay más...

Antes de que él pudiera terminar la frase, Lily levantó una de sus rodillas y la dobló. Su rodilla terminó chocando con su parte más sensible. En ese momento, sus hormon