Lily se quedó sin palabras. Este señor mayor era terco, se negaba a escuchar a los demás y solo quería que las cosas salieran a su manera. Esa atmósfera empeoró cuando puso a Lily en una situación un poco incómoda. Su tono de voz era exigente, y aunque pudiera parecer que le estaba pidiendo su opinión, no le estaba dando otra opción.

Esto significaba que ella solo podía decir que sí. Lawrence fue mucho más difícil de tratar que Noah. Él solo estaba molesto cuando la engañó y le dio algunos desafíos para superar, que eran fáciles de manejar.

Sin embargo, Lawrence era diferente. Fue un perfumista senior en sus últimos años y exigió respeto de la industria. Además, él ya le envió su invitación tres veces seguidas. Lily ya lo había rechazado dos veces, y si lo hacía por tercera vez, sería conocida como una joven perfumista insolente.

Al principio, pensó que Noah era el único culpable y que alguien de la sociedad había robado el sello oficial y le envió una invitación falsa. Sin embar