Como era de esperar, Alexander negó con la cabeza.

—Pasó por tantos problemas solo para engañarte para que vinieras aquí. Sin duda, no es por algo tan simple como desafiarte.

Tendría sentido si Noah fuera quien lo hizo. Con su estatus aquí y su puesto como director de la Sociedad de Perfumistas, sería pan comido para él obtener el sello. Solo que la propia Sociedad de Perfumistas desaprobó su supuesta invitación, y Noah lo hizo por motivos egoístas. Nadie podía culpar a los demás por no darse cuenta en ese momento.

—Entonces veamos qué está haciendo —Lily se encogió de hombros. No tenía rastros de miedo en su rostro.

—¿No tienes miedo? —Alexander la miró a los ojos. Ella era hermosa de una manera diferente bajo el cielo nocturno, lo que lo hizo reacio a dejarla ir.

—¿Por qué lo sería? —Lily respondió con desaprobación antes de reír—: Como dijiste, pasó por tantos problemas solo para engañarme para que viniera aquí, y no será tan simple como desafiarme, ni matarme. Dado que e