—¿Eres perfumista? —La chica preguntó tan pronto como escuchó lo que dijo Lily. Lily sonaba como una experta.

—Sí. —Lily asintió. Su atención estaba todavía en el trozo de hierba—. Ahora, ¿puedes decirme dónde encontraste esta, o... podría comprártela?

Lily asumió que tal vez quisiera obtener ganancias de la hierba. Después de todo, parecía que la chica lo valoraba.

Inesperadamente, la chica se negó.

—No la estoy vendiendo.

Entonces, sin esperar a que Lily hablara, la chica se levantó y caminó hacia el grupo disperso de personas con las que estaba.

—¡Ustedes no saben cómo apreciar las cosas buenas! ¡Miren, esta perfumista dijo que esto es genial! —La chica exclamó con la cabeza en alto, como un niño que acaba de recibir elogios.

Lily se sobresaltó. No esperaba que esta chica la rechazara directamente y se fuera a alardear. Esto fue desconcertante para Lily.

—¿Qué perfumista? Deja de mentir. Aunque todavía no tenemos el título, también somos profesionales con habilidade