—Olvídalo. Sé que es perfumista. Tal vez ella misma hizo el perfume. Es por eso que no puedo encontrarlo —dijo Brittany decepcionada.

Arianna negó con la cabeza.

—Mírate, dándote por vencida fácilmente. ¿Por qué no me di cuenta antes de que no eres persistente en la búsqueda de las cosas que quieres? Me pregunto cómo perseguiste a Alexander durante tantos años.

Inicialmente, Brittany sabía que no había ninguna mujer al lado de Alexander, y tampoco en su corazón, por lo que creía firmemente que tendría una oportunidad, que eran almas gemelas. Sin embargo, notó cómo Alexander miraba a Lily y al instante perdió toda la confianza que pudo acumular durante años.

Alexander nunca miró a Brittany como miraba a Lily. Ni una sola vez.

—¡Lo que sea, no puedo encontrarlo, y tampoco sé cómo hacerlo! —Brittany se menospreció a sí misma. ¿Qué estaba pensando? ¿Cómo podría ganarse el corazón de un hombre con un frasco de perfume?

—¡Eres estúpida! —Arianna dijo mientras agarraba a Brittany: