Olivia estaba sentada junto a la ventana y miraba hacia abajo. La confusión de sus ojos coincidía con el sentimiento de su corazón. Al ver que Edward había salido, bajó a comprar algunas cosas antes de volver a sentarse un rato. Si él hubiera estado presente, definitivamente no se lo habría permitido.

Edward la había estado acompañando estos últimos días, ya fuera para organizar el funeral de su madre, para hacer compras o incluso cuando salía a comer. Aunque no hablaba mucho, se estaba acostumbrando a que la siguiera a todas partes, como una sombra.

Aunque Olivia sabía que lo hacía por amabilidad, tampoco es como si tuviera la intención de quitarse la vida.

Aunque estaba destrozada por la muerte de su madre y sus lágrimas fluían incontrolablemente al pensar en ello, ¿qué podía hacer? ¡La vida aún tenía que continuar!

Por el momento, se decía que el incendio fue un accidente. Aunque se estaban repartiendo pensiones y subsidios del gobierno, ninguna cantidad de dinero podría devo