Sin embargo, su amenaza no significó nada para Olivia. Detuvo sus pasos y lentamente se dio la vuelta. El ver su rostro enojado la hizo reír.

“¡Haga lo que desee, Señor Hall! A partir de ahora, elegiré cuándo quiero trabajar y a qué hora llegaré. Si desea penalizarme por llegar tarde o no venir, ¡adelante!”.

Entonces Olivia abrió la puerta y salió de su oficina.

"¿La estás dejando ir así como así?". Melanie miró incrédula la puerta por la que había salido Olivia, luego se volvió hacia Nathaniel y dijo: “¡Le va a contar a la prensa todas esas tonterías! ¿Cómo pudiste dejar que se fuera?”.

Con una expresión oscura, rugió en respuesta: “¿Qué debería haber hecho entonces? ¡Estamos en el edificio de la empresa! ¿Sabes cuántas personas la vieron entrar en mi oficina? ¿Crees que podría hacerle algo sin que se den cuenta?”.

"¿Qué debemos hacer ahora?". Melanie estaba ansiosa y se mordió el labio.

Había muchas personas que dudaban de ella en estos días. La reputación que Melanie se había