“Claro, pero...”.

Antes de que Brandon terminara sus palabras, Alexander volvió a llamarlo por su nombre: “Brandon...”.

“¿… Qué?”, preguntó Brandon mientras pensaba. ‘¿Por qué tiene que decir mi nombre con ese tono? Me da escalofríos’.

“No me vuelvas a hacer una videollamada”.

“¿Por… por qué?”. Inconscientemente, Brandon sabía que nada bueno podía resultar de cuestionar a Alexander, pero no pudo controlar su impulso de preguntar.

“Algo malo”. Entonces, Alexander terminó la llamada.

Brandon se quedó sin palabras, mientras que Lily se sorprendió por un momento antes de estallar en carcajadas.

‘¿Está bien que insulte así a su amigo? Él es muy grosero, así que apuesto que se ha ganado muchos enemigos por ahí de esa forma. No importa, después de todo, igual no les tiene miedo’.

Para Lily, presenciar las videollamadas en las que Alexander había participado esa noche era como ver una comedia. Incluso tuvo que esforzarse por reprimir la risa. No pudo evitarlo hace un rato y emitió un s