El dueño detuvo a Lily, ya que no podía dejar pasar tal oportunidad de ganar dinero. “¡Señora, espere! Gracias por apreciar y tomarle cariño a su trabajo. Es una gran afirmación para él. Yo estoy a cargo aquí, así que él no tiene derecho a elegir sus tareas. Él tomará su pedido y le prometo que creará la artesanía perfecta para usted. ¡No estará decepcionada!”.

“Jefe, yo...”.

“¡Cállate! ¡Vete para siempre si no quieres hacer esto!”.

Después de que Lily pagara el depósito y tomara su recibo, se acercó al bloque de madera que el joven aún estaba tallando. Bajó la mirada para observarlo antes de agacharse para recoger un trozo de madera. “Señor, ¿puedo llevarme esto?”.

“¡Por supuesto!”, dijo el dueño con despreocupación, ya que no era más que un diminuto trozo de madera.

Lily oyó pasos detrás de ella poco después de salir de la tienda. Se detuvo sin voltearse y notó que la persona detrás de ella también se había detenido.

Sonrió y continuó caminando, luego giró rápidamente hacia un