Tan pronto como Luna se dio la vuelta, Joshua sintió que la sangre corría por todo su cuerpo.

Una sensación extraña surgió dentro de él.

Él sabía lo que era esa sensación.

Sin embargo, estaban a plena luz del día, y él estaba en la oficina de ella, nada menos.

Además, su relación ya estaba en su punto de ruptura, y después de creer las mentiras de Fiona, Luna probablemente estaba molesta con él. Joshua sabía que no debería estar deseándola en este momento, pero él no podía controlarse.

Él no pudo evitar caminar hacia ella. Él reprimió la sensación de aleteo en su corazón y habló con una voz ronca: “Luna, la razón por la que vine aquí es para decirte…”.

Joshua dejó escapar un suspiro y continuó en voz baja: “No tengo la intención de tener hijos con Fiona en absoluto”.

Todo el cuerpo de Luna se puso tenso en ese momento, pero después se le escapó una risa. “¿En serio?”.

Ella no creía ni una sola palabra que salía de la boca de este hombre.

Ella se levantó y caminó hacia la pue