Las manos de Luna, que cargaban a Nigel, se tensaron un poco ante las palabras del pequeño.

Ella suspiró y lo llevó de vuelta a su habitación.

“Ustedes dos deben estar extrañándolo demasiado. Yo también lo extraño mucho. A menudo soñaba con él”.

Nigel, que estaba siendo colocado en su cama por Luna, frunció los labios.

"Pero, mami. Nellie y yo no estábamos soñando. Realmente...".

"Lo sé". Luna suspiró.

Ella lo arropó suavemente. "Hagamos esto. Tú y Nellie tienen que recuperarse pronto. Una vez que ustedes dos estén curados, los llevaré a ambos a buscar a Neil. ¿Qué te parece?".

Nigel se mordió los labios. Él sabía que Luna, con sus pensamientos de adulta, pensaría que sus dos hijos estaban diciendo tonterías.

Sin embargo...

Él no podría convencer a Luna en tan poco tiempo. Después de todo, cosas como la conexión telepática no tienen ninguna lógica ni prueba que la respalde.

Nigel suspiró y se aferró a los dedos de Luna con seriedad.

"Te aseguro que lo encontraremos".

"¡Sí!"