"Luna...". Bonnie siguió observando la caída de las acciones del Grupo Craig y comenzó a sentir pánico.

Aunque ella no sabía mucho de finanzas, pudo darse cuenta de que el Grupo Craig estaba al borde del colapso.

De repente, el teléfono de Bonnie sonó. Era una llamada del director ejecutivo que ella había contratado para el Grupo Craig. "Señorita Craig, tenemos una crisis. Una persona misteriosa lleva diez minutos atacando nuestra empresa, pero no tenemos ni idea de quién es’’.

"No solo las acciones de Grupo Craig se están desplomando, sino que el Sistema Informático de la empresa también ha sufrido una caída. Nuestro Departamento de Relaciones Públicas ha recibido llamadas a diestro y siniestro de nuestros vendedores y proveedores, alegando que ya no quieren trabajar con nosotros...".

El director ejecutivo siguió soltando explicaciones que a los oídos de Bonnie parecían un galimatías, pero hubo una última oración que ella pudo entender.

"Si quien nos está atacando no se detiene,