"¡Mami! ¡Te extrañé muchísimo!", dijo Nellie.

Ella tomó sus llaves, y en el momento en que abrió la puerta del apartamento, los dos niños salieron corriendo como dos tornaditos.

Neil y Nellie se abrazaron cada uno a una de sus piernas, chillando de emoción.

"Mami, sabía que volverías a esta hora, ¡pero Neil insistió en que volverías más tarde!".

“Mami, en los últimos días que no estabas en casa, ¡le pedí a Lily que me enseñara a hacer café! ¡Hice tu café Arábica favorito!".

"Mami, lo tengo todo planeado, no puedes ir a ningún lado esta tarde. ¡Solo quédate en casa, léeme historias y construye Legos con Neil!".

"Mami…".

Luna bajó los ojos, miró las dos cabecitas negras frente a ella, las palabras estaban en la punta de su lengua, pero no podía decirlas.

Detrás de ella, Lily estaba de pie en la sala, mirándola con una sonrisa en su rostro. "Señorita Luna, deliberadamente se tomaron un día libre de la escuela para esperarla. Desde esta mañana, estaban particularmente emocionados,