A la mañana siguiente, Gwen se despertó al amanecer. Llamó a Luna por teléfono mientras se lavaba y le contó su petición.

"¡No hay problema!". Luna sonreía al decir esto. "Dices que ese guardaespaldas tuyo necesita una máscara, ¿eh? Bueno, ¿qué tipo está buscando? ¿Una que imite la piel humana? No creo que sea una buena idea. Se desprendería fácilmente si alguien le diera un puñetazo, y creo que una mejor opción sería algo hecho de metal, como esas máscaras que se llevan en las fiestas de disfraces. Podemos hacer que parezca más real".

"Así, aunque lleve la máscara, se podrán ver los ángulos de su mandíbula y sus demás rasgos...", explicó Luna mientras se ocupaba en la cocina. "Creo que tarde o temprano quedarás cautivada por él".

Gwen casi se atraganta con el enjuague bucal al escuchar eso. Soltó un par de carraspeos y finalmente se recompuso. "¿Por qué te vuelves cada vez más traviesa con el tiempo? Le estoy comprando una máscara para que pueda ir de incógnito en la antigua pandil