"¡Yay!". Nellie aplaudió alegremente. "¡Nigel va a hacer sus cosas otra vez! Es superincreíble!".

"Oh, ¿y yo no?". Los labios de Neil se afinaron en una línea mientras le daba un golpecito en la frente a Nellie.

No ejerció fuerza en ello, pero la dramática Nellie empezó a llorar, una lágrima se escapó por un ojo, mientras sus ojos como palomas se enrojecían. "¡Neil me ha pegado! ¿Cómo pudiste hacer eso?".

Neil frunció los labios y colocó un trozo de tarta delante de Nellie.

Se había levantado temprano para hacer la tarta porque Nellie le había dicho que anoche se le había antojado. ¿Qué otras opciones tenía? Shelly aún era una niña y no sabía nada. Por lo tanto, Neil sólo podía seguir mimando a Nellie.

"¡Vaya!". Los ojos de Nellie se agrandaron cuando el pastel atrajo toda su atención, aunque las lágrimas seguían pegadas a su rostro cuando empezó a sonreír. "¡Tú también eres increíble!".

"¡Ay! Eres totalmente diferente a papi. Su manera de cocinar no es buena, pero la tuya no, Ne